Texto de Guillermo Salazar Jiménez.
Directores de las escuelas de
América Latina y el Caribe- ALC –afirmaron que no se sentían bien preparados
para adelantar la enseñanza a distancia si otra situación calamitosa obliga al
cierre de las escuelas. Lo consultó Juanita Lectora en el informe del Banco
Mundial sobre la educación: El aprendizaje no puede esperar. Lecciones para
América latina y el Caribe a partir de PISA 2022. Sobre el tema, Juanita retomó
al maestro Julián de Zubiría, El Espectador de abril 1 de 2024, “El gobierno de
Iván Duque violó el derecho a la educación de los menores durante la pandemia.
Los recursos para conectar las escuelas rurales terminaron depositados en
cuentas en el exterior de particulares.”
Rusbel Caminante confirmó como
esta vez 14 países participaron del estudio para concluir que alta cantidad de
estudiantes de ALC no adquirieron las competencias básicas; las oportunidades
vividas son muy desiguales y que las tendencias del aprendizaje no van en la
dirección correcta. Termina el estudio con la invitación a resolver las
disparidades en el desempeño y la equidad; así como dedicar más recursos al uso
de la tecnología como herramienta educativa.
Durante la pandemia pasada las
escuelas de los países de ALC, dice el informe, estuvieron cerradas el doble
del tiempo que las escuelas de aquellos países de la Organización para la
Cooperación y Desarrollo Económico –OCDE-. Rusbel Caminante destacó los datos
según los cuales las escuelas de ALC estuvieron cerradas un promedio de 219
días y en las de la OCDE 101. Señaló que las escuelas privadas fueron más
proclives que las públicas a utilizar dispositivos digitales para la enseñanza
y a ofrecer está a distancia cuando se cancelaban las clases, página 46.
Juanita Lectora resintió la falta
de inversión y la ausencia de medidas preparatorias para atender la educación a
distancia. Por ello es necesario apoyar las medidas gubernamentales que buscan
resolver el problema señalado por aquel estudio. Consultó en este que el 55% de
los directores de escuelas de la ALC, contra el 24% de los de la OCDE,
aseguraron que la falta de acceso a la mala calidad de los recursos digitales
–incluidos los portátiles, la conectividad, los sistemas de gestión de la
enseñanza o las plataformas del aprendizaje – afectaron las posibilidades de
impartir una educación oportuna y de calidad.
Es necesario aprender de las
vivencias de la pandemia pasada para evitar mayores desastres en el futuro,
agregó Juanita Lectora, de tal manera que se amplíen las redes de conexión
digital, se diseñen nuevos y novedosos materiales didácticos y se preparen los
maestros en técnicas y tecnologías de enseñanza nuevas que salven el atraso
educativo, mejoren la calidad y generalicen la inclusión. El asunto positivo
actual es el apoyo gubernamental a las escuelas rurales y de barrios pobres
para utilizar los medios electrónicos en la enseñanza, resulta claro la
conclusión de aquel estudio, página 57, “En Colombia, Guatemala y Panamá se
observaron las mayores diferencias entre escuelas públicas y privadas con
respecto a la escasez de recursos digitales.”