Texto de Guillermo Salazar Jiménez
“Nunca delates a tus amigos y mantén siempre la boca
cerrada”, frase del gánster estadounidense Jimmy Conway,
condenado a 12 años de prisión en 1982 por la manipulación de puntos en el
baloncesto del Boston College, retomada por Rusbel Caminante para comparar las
prácticas irregulares sancionadas por la Superintendencia de Industria y
Comercio contra la DIMAYOR y cinco equipos del fútbol profesional colombiano.
Denunciadas hace años, contra dichas prácticas el silencio impera, agregó
Rusbel, tal como la omertá, código de honor oriundo del sur italiano donde la
lealtad y solidaridad con los miembros de organizaciones delincuenciales se
hace fuerte frente a la autoridad para callar delitos y proteger al bandido.
Hace poco Juanita Lectora consultó en El Espectador la
noticia sobre el silencio que mantienen la DIMAYOR y los equipos Boyacá Chicó,
Deportivo Pasto, Envigado y Unión Magdalena de la primera división de fútbol
profesional y el Deportivo Atlético Fútbol Club de la segunda sobre la multa
que asciende a más de 8.000 millones de pesos por “prácticas anticompetitivas”.
Juanita comentó como el silencio se torna en práctica oscura de la mafia,
palabra que designa una agrupación clandestina dedicada a transgredir la ley
regida por los llamados “códigos de honor”. El silencio frente a la opinión
pública es simple muestra de la manera como operaban dichos equipos con la
complicidad de la DIMAYOR para mantener en secreto sus componendas y perjudicar
a aquellos futbolistas que querían cambiar de equipo.
“El silencio es oro”, frase universalmente reconocida
por la mafia en su “código de honor”, utilizada por Juanita Lectora para
designar los arreglos callados de las directivas del futbol profesional y de
los equipos sancionados para impedir u obstaculizar los contratos con otros
equipos diferentes donde los jugadores podrían continuar su carrera
profesional. Más que discreción se trataba de castigar a los futbolistas,
adicionó Juanita, por la lucha contra la violación de sus derechos laborales y
trato indigno como personas.
Juanita Lectora con la frase “Ahora hacen los partidos
entre jueces y cantantes. Tendríamos que hacer uno entre los ministros y la
mafia: en resumen, un partido amistoso” del actor italiano Roberto Benigni,
ganador en 1997 del Oscar como mejor actor en la película La vida es bella,
para advertir la similar situación entre la DIMAYOR y aquellos cinco equipos
cuando pactaron perjudicar a los futbolistas en medio de un partido amistoso o
“pacto de caballeros” sin aplausos en las tribunas.
Rusbel Caminante explicó como con “conocimiento y
apoyo” de la rectora del fútbol colombiano los señalados equipos disfrutaban de
un sistema informativo clandestino y evitar la posible movilidad de los
jugadores entre clubes con el objetivo de dejarlos sin jugar ni entrenar, menos
devengar el salario para supervivir. Violaron sin pudor la ley de la libre
competencia y contratación. Convencido que otra mafia más engrandece la
corrupción que oscurece el fútbol colombiano, Rusbel concluyó con el grafiti: Bajo
el manto de la noche, los mafiosos enseñan que el verdadero poder es invisible
a los ojos de los ingenuos.



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