Texto de Guillermo Salazar Jiménez
El 26 de
marzo fue la fecha fijada por los futbolistas profesionales agremiados en
Acolfutpro para entrar en huelga si la Federación Colombiana de Fútbol –FCF- y
la DIMAYOR no aceptaban las demandas laborales exigidas para garantizar sus
derechos contemplados en la Constitución. Rusbel Caminante agregó que el
derecho a la huelga ha sido cuestionado por los dirigentes, sin embargo, frente
al respaldo de casi el 90% de los futbolistas, tales dirigentes optaron por
dilatar el proceso a través de negociar dichas demandas. Fácil advertir,
replicó Juanita Lectora, como esclavos modernos los futbolistas no están
encadenados, pero si atados a los designios de los dirigentes deportivos.
Un
esclavo es aquel que espera a que alguien venga a liberarlo, lo tomó Juanita
Lectora del poeta estadounidense Ezra Pound para comentar que los futbolistas y
en general los deportistas colombianos resienten el desamparo laboral del
Estado y transformaron la huelga en un sueño inalcanzable por la falta de
solidaridad entre quienes le dan brillo al país con sus triunfos.
Rusbel
Caminante advirtió con sorpresa que pasó un mes y la huelga no se cumplió
cuando el Ministerio del Trabajo medió para abortarla e invitar a los
litigantes a sentarse a la mesa de negociaciones. Difícil obtener logros sin la
presión porque dejar a los aficionados e hinchas sin fútbol, baloncesto,
volibol, patinaje, béisbol o ciclismo, pronosticó Juanita Lectora, se desataría
una fuerte unión entre ellos y los deportistas con repercusiones sociales
difíciles de controlar. Lo sentenció Carlos González Puche, director ejecutivo
de Acolfutpro, “tenemos claro que hasta
que no haya suspensión de actividades, no se va a lograr algo importante”.
La
huelga de los futbolistas podría convertirse en ejemplo de los otros deportistas
que sufren la discriminación laboral, agregó Juanita Lectora, sin agremiación
que los respalde no podrán obtener contratos dignos ni atención social como
personas, tampoco salud decorosa. Siguen firmes en sus demandas, leyó Rusbel
Caminante, pero la negociación hasta cuándo si la competencia futbolística Liga
Betplay está pronto a entrar en su etapa final. Así es, adicionó Juanita
Lectora, creo que lo más cruel de la situación esclavista de los futbolistas y
en general de los deportistas colombianos es que durante décadas los han obligado
a creer que no lo son.
Rusbel
Caminante retomó a Paulo Freire para recordar que la esclavitud es una forma de
opresión que deshumaniza a los individuos y les impide desarrollar su potencial
como seres libres y pensantes. Por ello, los futbolistas profesionales deben
ser ejemplo para los colegas de otros deportes y apoyarlos en dignificarse como
personas y profesionales a través de motivarlos para la creación de las
respectivas asociaciones. Juanita Lectora certificó que la mayoría de deportes
en Colombia no tienen siquiera una liga que los organice y lidere, la mayoría
de niños y jóvenes practican deportes sin escuelas que los forme, se convierten
en estrellas con el apoyo de padres y familiares. Ante esta cruda realidad, con
el filósofo español Juan Cortés, Juanita lectora sentenció, “los futbolistas
son esclavos con camiseta”.