Texto de Germán Peña Córdoba
Cuando se entiende a profundidad la frase título de esta columna de opinión,
entendemos el verdadero sentido y valor de la tolerancia. No se trata de
tolerar todo lo que se dice sin establecer un criterio propio o una clara
postura frente a lo factico. No se trata de ser obsecuente, tibio o aceptar
pasivamente lo que nos espetan en la cara o aceptar todo lo que nuestro
interlocutor nos expresa. Lo anterior aplica a todo debate o discusión que
necesariamente tenga contradictores u opiniones que se tergiversan o se
malinterpretan. Es la discusión que se clarifica con el ejercicio de la
retórica y la dialéctica.
La
razón es lo más democrático que existe en el mundo: cada cual cree tener la
suficiente...razón.
"Cada
loco con su tema" decía con frecuencia mi abuela y alter ego Petrona
Oliveros, cuando en el ejercicio de su basta sabiduría popular, proporcionada
por sus casi cien años de vida y, cuando en determinada situación, su postura
Lucía diametralmente opuesta a la de su contradictor o bien, no encajaba con su
propia visión del mundo. Entonces, Petrona cortaba tajantemente la conversación
con una salida Salomónica que no despertaba el alargamiento de una discusión,
quizás inútil. Ella, sabiamente, hacia mutis por el foro diciendo: "cada
loco con su tema" y daba un portazo.
¡Y
así es! "Cada loco con su tema" u otra frase que se le aproxima:
"cada loro en su estaca". El tema viene a mí por la percepción que diariamente
toca soportar en redes sociales, chat de diferentes modalidades o reuniones
sociales: un océano de opiniones con un centímetro de profundidad. La
deliberada y planeada supresión de la cátedra de historia del pensum de
estudio, hace más de tres décadas, ha dado como resultado, un desconocimiento
oceánico de la historia política en Colombia, en personas con más de 30 años
edad. Conocer la historia resulta peligroso, por eso desesperadamente optan por
ocultarla y, cuando escasamente la cuentan, la narran desde el sesgado lado de
los vencedores.
En
muchos casos, se opina sin referir la opinión a un contexto histórico, el
desconocimiento de este da como resultado una opinión vacía, sin sustento y
casi siempre equivocada. No quiero decir que se deba tener conocimientos históricos
profundos, ¡ni más faltaba!, pero si tener, siquiera, lo básico para opinar con
más certeza., equilibrio y objetividad.
Es
el afán del presidente Gustavo Petro en cada una de sus intervenciones, donde
le retrotrae a la juventud y a muchos los viejos q evidentemente se les olvido,
los hechos históricos que han rodeado nuestra situación actual y que se
reflejan como traumas fundacionales, en el tema de la eterna violencia colombiana
y, cuya Genesis es la vergonzosa concentración de la tierra en unas pocas
familias que no la ponen a producir siquiera una mata de yuca. Grandes
extensiones de tierra fértil en manos de unos pocos, que se niegan a darle su
verdadera función social o en su defecto pagar altos impuestos, como sucede en
todas partes del mundo. Aquí no sucede, ni lo uno, ni lo otro. El caso del
señor Carlos Cavalier terrateniente de la Costa Atlántica, fue ejemplarizante:
en San Onofre le vendió al estado colombiano a precio justo,1500 hectáreas de
tierra fértil, contribuyendo así a la reforma agraria que hoy se lleva cabo. La
reforma agraria, era un sueño aplazado durante décadas.
Pero
no me quiero desviar de tema central.
En
redes Sociales todavía existe gente que lanza unas opiniones refritas donde
dicen: "es que Petro es un guerrillero". ¡Por favor! No los culpo: el
fomento y venta de odio aunado al desconocimiento del contexto, está siempre
presente en muchas personas que a diario escuchan unos noticieros que inoculan
su dosis de veneno y agregue a lo anterior, el desconocimiento de la historia
relativamente reciente: la firma de la
paz del M-19 en el gobierno de Virgilio Barco Vargas (1986-1990) y, la
reinserción a la vida civil de todos sus miembros.
Posterior
a esto, vino la inveterada costumbre del estado colombiano en connivencia con
los grupos irregulares: el vil asesinato de importantes miembros de su cúpula,
siendo uno de los más visibles el asesinato de Carlos Pizarro Leongomez.
Posterior a esto, en el gobierno de Cesar Gaviria Trujillo (1990-1994), el
trascendental papel del M-19, en la Asamblea Nacional Constituyente donde
Antonio Navarro Wolf junto con Álvaro Gómez Hurtado nos entregaron la constitución
del 91. Mas sin embargo todavía se escucha el refrito: ¡Petro es un guerrillero!
Digamos
que insistir en esto como pedagogía es un esfuerzo inútil; seguirá en las redes
reinando lo que escuche hace poco: "demasiada opinión es ignorancia"
y, esto es irremediable, es el fenómeno de las redes sociales, que llegaron
para quedarse. Agregue a todo lo anterior la inteligencia artificial que se nos
vino encima.
Entiendo
que la expresión "cada loco con su tema", significa renunciar y dejar
el espacio libre a la opinión ajena, es abdicar, es perder, pero la realidad es
que uno se cansa de luchar contra una corriente prefabricada por la desinformación
y la ausencia de contexto. Las mentiras que se fabrican calan y causan el daño
esperado por quienes protervamente las lanzan. A nosotros, los nostálgicos de
la pedagogía nos han derrotado y, solo nos queda decir con resignación, lo que
expresaba Petrona Oliveros de Peña, haciendo mutis por el foro: ¡cada loco con
su tema! y darse la vuelta.
Germán Peña Córdoba
Arquitecto-UNIVALLE.