Texto
de Germán Peña Córdoba.
Te
felicito año viejo porque mueres solterón. El año 2023 avanza hacia
su ineluctable final. Un final triste y trágico si lo miramos desde la óptica
planetaria o desde el mundo mundial como se dice ahora. El año que termina nos
deja como herencia dos guerras: una guerra verdadera y otra que no es guerra,
si no, un exterminio, genocidio o etnocidio: todos los días, horrorizados vemos
las imágenes del enfrentamiento asimétrico que destruye Gaza: niños asesinados,
ancianos, mujeres y civiles inocentes son bombardeados indiscriminadamente, es
la ocupación a perpetuidad, que poco a poco ha ido arrinconando a los palestinos,
antiguos Filisteos.
Si
se analiza la desproporción en la respuesta, esta equivale a un individuo que
dispara con una metralleta, a un oponente que lo hace con una cauchera. Del
lado judío son 1300 los muertos y, esto es condenable, del lado palestino
18.700 hasta el momento. Parece que la "fumigación" sigue sin
límites, no para y no existe interés de un cese al fuego de parte de Israel. Es
de Perogrullo entender desde la lógica cuantitativa, que la razón va más allá
de la venganza de los 1.300. Si nos despojamos de eufemismos y la hipocresía
que caracteriza a la humanidad, lo acontecido es el exterminio de todo un
pueblo considerado de segunda: un militar de alto rango israelí lo
certifica cuando los considera "animales humanos". Los palestinos
viven confinados en una gran cárcel a cielo abierto, rumiando su odio,
indigestados de rencor y sed de venganza.
La
otra, que si es una guerra, porque se enfrentan dos bandos claramente
definidos: Ucrania y Rusia, ya casi apaga su segunda velita de aniversario y en
este 2023 ha sido opacada por el “conflicto” israelí- palestino. Esta guerra
parece que llega a su fin: según la información disponible, Ucrania claudicó
ante el gigante Ruso y el Congreso Norteamericano declinó en girar ayuda
económica, al país ucraniano. Así las cosas, la situación es muy difícil para
la Ucrania de Volodimir Zelenski. Los actuales conflictos en el mundo solo
dejan ver el fracaso de la ONU, ahora que cumple 75 años la declaración
Universal de los Derechos Humanos. Lo ideal es que los dos conflictos terminen
en aras de La Paz Mundial.
Pero
salgamos del plano internacional para internarnos en el local.
Año
Viejo, viejo perro/ Año Viejo descarado/ya que no me diste nada/ deja que me crezca el bozo.
Este
gobierno tiene en su contra todos los medios de comunicación tradicionales y
ellos perversamente son parte de la oposición. Con sólo ver un minuto de sus
noticieros se evidencia el odio y la parcialidad que agencian. Así las cosas,
no se puede esperar de parte de unos medios tan sesgados, algún reconocimiento
a la gestión del actual mandatario; ellos tienen trazado una clara estrategia
que se evidencia en el manejo de la información. La objetividad se les
extravió, más que el análisis serio, abundan en opinión y funcionan
desvergonzadamente como un partido político de oposición.
Pero
no todo es malo en el tema de medios: RTVC, con sus magníficos programas y su
noticiero, es una clara alternativa para confrontar la desinformación que los
heraldos de la clase política tradicional les imponen a los colombianos:
Noticias Uno, centenares de jóvenes apoyados en los medios alternativos de las
Redes Sociales contrarrestan efectivamente, la desinformación del brazo
comunicativo del Fascismo: Semana, El Tiempo, Blue Radio, Caracol y RCN. Para
mí concepto el año que termina, nos brinda unos logros importantes de parte de
este gobierno que ha dejado en evidencia, que el cuento del "Castrochavismo",
"Comunismo" y otros ismos, solo eran Cocos y fantasmas, que hacen
parte de la estrategia de manipulación. La guerra está en el terreno de la
información y, como tal hay que enfrentarla. Ojalá en el 2024 se profundice en
los cambios urgentes que reclama la sociedad colombiana.
Si
trascendemos el plano local, nos queda el plano personal.
Año
viejo malicioso/ año viejo descarado/ me hiciste meter la pata/ por eso vivo
amarrao.
No
faltan las promesas para el año que se avecina. Para el 2024 bajar de peso será
prioridad, "lo juro: no vuelvo a beber", se dice borracho y se
sostiene en el guayabo. Dedicarnos al deporte será religión, cuidar la salud y
visitar al médico con rigurosidad está dentro de las promesas. Promesas van,
promesas vienen, todos prometemos, promete el obrero, promete el político,
promete el oficinista, el doctor y promete el hombre de la calle. Todos
prometemos en la coyuntura de nuevo año, lo difícil será cumplir lo prometido.
Ya
se te llegó la hora/ ya se acerca tu velorio/ y no voy a guardar luto/ por ti
viejo zanahorio.
Germán
Peña Córdoba
Arquitecto-
UNIVALLE