Un texto de Edgar Alzate Díaz
Pintora de Sevilla Valle.
De nuevo esta vida nos trae una tras otra, como
frutas en cosecha, una nueva artista nacida en Sevilla, Valle. En este caso la pintora María Elcy Ramírez Cuartas,
nacida en la vereda de Samaria, en la época de la violencia
conservadora-liberal, y criada hasta los 17 años en Sevilla. María Elcy salió
muy joven de Sevilla con su familia hacia Palmira (Valle) viviendo allí desde
entonces. Con esta condición que tenemos los nacidos en Sevilla, ella nunca
olvida su pueblo y como veremos en esta publicación, lo refleja en las pinturas
que representan su obra pictórica.
La pintora María Elcy Ramírez dedica su
exposición a los oficios de tipo artesanal. Los artesanos han dedicado su
conocimiento para el mejoramiento de la vida de los seres humanos. El artesano
con su dedicación minuciosa, con su buril y el martillo, el serrucho, las tijeras
y los moldes, da vida a los objetos necesarios para la familia. El artesano es
el artista de las cosas familiares, construye los objetos con los que las
familias decoran la vivienda y tienen las comodidades propias para un buen
vivir.
El Carpintero. Técnica óleo sobre lienzo.
En la anterior pintura denominada “El carpintero”,
la artista construye una figura plácida, serena del hombre carpintero, y
muestra como este pasa su mano por la madera, la mira de soslayo y ubica
cualquier desnivel que tenga, minuciosamente pasa el cepillo una y otra vez por
la madera mientras ajusta el objeto que desde su pequeño cuaderno ha diseñado.
Para él, ningún tipo de madera le es extraño, el caobo, el roble, el carbonero,
todas son auscultadas para darle forma a la mesa, al escritorio, a la repisa o
el mueble que una familia va a utilizar en su cotidiana vida.
En el “Carpintero”, la artista plasma con
detalle la mesa desvencijada con la que trabajan los carpinteros y sus objetos
de trabajo como el martillo, el punzón, el cepillo, la escuadra y con su fiel
compañero el perro, que juega al lado del artesano. María Elcy pinta las figuras
dándoles una distorsión que las amplía, para permitirle al observador que
abarque el contexto del oficio, el lugar donde este se desarrolla, el ambiente
lleno de virutas y olor a pegamento. La pintora utiliza el color café
destacando así que es este el color de la madera. En la pintura, el artesano se
encuentra en un primer plano mostrando la importancia del oficio y de la
persona. A la manera del cine, la pintura muestra el desarrollo del oficio en
un movimiento de perspectiva que atrapa al observador.
El Zapatero. Óleo sobre lienzo
A continuación, tenemos la pintura denominada
“El Zapatero”. Otro oficio que nace con la humanidad. Se conoce por
excavaciones de arqueología que los primeros zapateros surgieron hace 5.000
años antes de Cristo. En esta pintura, María Elcy muestra como es el oficio del
zapatero, en la que este trabaja con cariño el cuero del cual extrae la materia
prima fundamental para este oficio. Igual que con el carpintero, un primer
plano destaca a este artesano y nos ubica en un oficio muchas veces relacionado
con la pobreza. Los zapateros son los intelectuales de los oficios artesanales,
siempre en su pequeño espacio y desde su butaca atienden y conversan ya sea con
su clientela o con los amigos, mientras al lado un radio lanza las melodías
propias del gusto del zapatero. El zapatero conoce de cueros, como el
carpintero de maderas. También con sus manos va cortando el cuero mientras lo
coloca en el molde, y va dándole forma al zapato, y crea el diseño que con
elegancia y suavidad va a calzar el posible cliente. Todos los zapateros aman
los diseños, desde el más encumbrado diseñador de zapatos para la alta costura
mundial, hasta el que desde el modesto barrio atiende los gustos de las mujeres
humildes que también conocen de elegancia en el calzado. El espacio del
zapatero es desordenado, un zapato acá, otro allá, las suelas en el piso y las
cremas y betunes desparramados en el lugar, constituyen la sabiduría de este
artesano. La pintura de María Elcy nos
presenta entonces este oficio teñido de ocre y música en un paisaje interior
lleno de melodías y saberes.
La siguiente pintura, un óleo sobre lienzo,
denominada “Homenaje al caficultor”, presenta desde la escuela costumbrista el
trabajo de la mujer jornalera, y las plantas del café en cosecha, mientras
añorando las antiguas fincas, se mueven “las bestias” por los caminos de las
fincas. Al fondo, las nubes grises que maduran los días de los inviernos de
Sevilla, cuando los relámpagos y truenos estremecen el firmamento del pueblo.
Una obra en la que cinco pájaros se mueven por el paisaje significando los
cinco hijos de la pintora y la libertad añorada en aquellos bellos días
campesinos desaparecidos quedando los recuerdos atravesados por los colores
rojos del fruto cafetero y la liviandad del campo que recuerda los días y los
trabajos en las fincas familiares.
Al respecto de los pájaros, nuestro poeta Oscar
Peláez Peña, dedica un hermoso escrito a estos, que desde sus versos se
articulan perfectamente con la pintura de María Elcy. Dice Oscar: “Hoy luce el
sol limpio tras los días sombríos. / La mente discierne el paisaje en el aleteo
de los pájaros. / Hay cantos escapados de los guayacanes, de las ramas, de las
/ zarzas y entre las briznas de hierba. Y la pintora como
presintiendo las palabras del poeta, articula en su cuadro las cerezas rojas
maduras del café, los campesinos en la cosecha, el horizonte con las montañas
duras y elevadas de la cordillera, teñida la atmosfera de nubes oscuras a punto
de la lluvia reventar. Mientras los pájaros cantan con las melodías del azulejo,
y los sonidos en la madera del pájaro carpintero, el vuelo veloz del colibrí,
el cardenal y la alondra cantora, que le dan el sabor espiritual a su pintura. “Donde
terminan las calles el campo empieza.
/ Afluye el cielo, el olor de los árboles y el fuerte / aroma de la
tierra. / Este lenguaje de hojas y atardeceres se encierra en mi corazón, en
esta efusión canto mi verso / que cruza la tarde señalando el encendido azul /
y regreso a los días de la infancia hundido / entre inmensas montañas. / Me dieran
los pájaros su lengua y su música / sonora pero sólo ofrecer quiero la lección
de mis / alas:” (Oscar Peláez).
La siguiente obra
denominada “El Pescador” es un cielo amarillo que enceguece la vista, en los
días de la mar Pacífico, con sus olas embravecidas, una mar peligrosa que
conocen y manejan los pescadores del litoral. Una pintura que recoge la
vivienda tradicional elaborada en madera, carcomida por la humedad salina del
mar y del clima del Pacífico, sostenida en pilotes denominados palafitos, que
protege a los habitantes de la inundación de la marea alta. Una pintura que
también trae dos oficios del mar, el joven pescador que sale en la noche para
traer el pescado para la venta y la mujer que vende los frutos para los
turistas, mujer sabia y conocedora de las leyendas y tradiciones de su pueblo
negro. Tal vez ella con el oficio cultural de “partera”, que con sus manos extrae
del vientre de las mujeres de su pueblo la vida en un niño o niña negro, la sabía
mujer rezandera que con sus plantas medicinales cura dolores y maleficios. Una
pintura que tiene toda la belleza y la tragedia del pueblo negro habitante del
litoral Pacífico, con su miseria, pero también con su sabiduría y su
alegría.
El Pescador. Óleo
sobre lienzo
María Elcy es una
artista con una gran sensibilidad social y con la siguiente monumental obra,
presenta el drama de “Los desplazados”. Obra que como se observa trae en un
primer plano a las mujeres campesinas e indígenas y los niños, que fueron los
más afectadas por el conflicto armado de Colombia. Las indígenas atravesando a
prisa el puente, huyendo de las bandas armadas y al fondo la ciudad que las
espera a ella y a su familia, terminando con su tranquilidad y su cultura. Los
grupos armados enseñoreados en su territorio rural, despojando a las familias
de su libertad y su sobrevivencia. Desde la perspectiva, se ven nubes oscuras
sobre la ciudad que presagian el dolor y la tristeza que dejó en nuestro país
este periodo, lucidamente expresado en sus figuras y bellos colores por la
pintora María Elcy. Un cuadro social que llama la atención acerca de un
problema aún no resuelto de este país colombiano.
Los desplazados. Óleo sobre lienzo
Otras pinturas de María Elcy Ramírez Cuartas
La modista. Óleo sobre lienzo