María Elcy Ramírez Cuartas. O los trabajos de la vida

23 de mayo de 20200 COMENTARIOS AQUÍ


Un texto de  Edgar Alzate Díaz
Pintora de Sevilla Valle.
De nuevo esta vida nos trae una tras otra, como frutas en cosecha, una nueva artista nacida en Sevilla, Valle. En este caso la pintora María Elcy Ramírez Cuartas, nacida en la vereda de Samaria, en la época de la violencia conservadora-liberal, y criada hasta los 17 años en Sevilla. María Elcy salió muy joven de Sevilla con su familia hacia Palmira (Valle) viviendo allí desde entonces. Con esta condición que tenemos los nacidos en Sevilla, ella nunca olvida su pueblo y como veremos en esta publicación, lo refleja en las pinturas que representan su obra pictórica.
La pintora María Elcy Ramírez dedica su exposición a los oficios de tipo artesanal. Los artesanos han dedicado su conocimiento para el mejoramiento de la vida de los seres humanos. El artesano con su dedicación minuciosa, con su buril y el martillo, el serrucho, las tijeras y los moldes, da vida a los objetos necesarios para la familia. El artesano es el artista de las cosas familiares, construye los objetos con los que las familias decoran la vivienda y tienen las comodidades propias para un buen vivir.


                                 El Carpintero. Técnica óleo sobre lienzo.

En la anterior pintura denominada “El carpintero”, la artista construye una figura plácida, serena del hombre carpintero, y muestra como este pasa su mano por la madera, la mira de soslayo y ubica cualquier desnivel que tenga, minuciosamente pasa el cepillo una y otra vez por la madera mientras ajusta el objeto que desde su pequeño cuaderno ha diseñado. Para él, ningún tipo de madera le es extraño, el caobo, el roble, el carbonero, todas son auscultadas para darle forma a la mesa, al escritorio, a la repisa o el mueble que una familia va a utilizar en su cotidiana vida.
En el “Carpintero”, la artista plasma con detalle la mesa desvencijada con la que trabajan los carpinteros y sus objetos de trabajo como el martillo, el punzón, el cepillo, la escuadra y con su fiel compañero el perro, que juega al lado del artesano. María Elcy pinta las figuras dándoles una distorsión que las amplía, para permitirle al observador que abarque el contexto del oficio, el lugar donde este se desarrolla, el ambiente lleno de virutas y olor a pegamento. La pintora utiliza el color café destacando así que es este el color de la madera. En la pintura, el artesano se encuentra en un primer plano mostrando la importancia del oficio y de la persona. A la manera del cine, la pintura muestra el desarrollo del oficio en un movimiento de perspectiva que atrapa al observador.

 El Zapatero. Óleo sobre lienzo

A continuación, tenemos la pintura denominada “El Zapatero”. Otro oficio que nace con la humanidad. Se conoce por excavaciones de arqueología que los primeros zapateros surgieron hace 5.000 años antes de Cristo. En esta pintura, María Elcy muestra como es el oficio del zapatero, en la que este trabaja con cariño el cuero del cual extrae la materia prima fundamental para este oficio. Igual que con el carpintero, un primer plano destaca a este artesano y nos ubica en un oficio muchas veces relacionado con la pobreza. Los zapateros son los intelectuales de los oficios artesanales, siempre en su pequeño espacio y desde su butaca atienden y conversan ya sea con su clientela o con los amigos, mientras al lado un radio lanza las melodías propias del gusto del zapatero. El zapatero conoce de cueros, como el carpintero de maderas. También con sus manos va cortando el cuero mientras lo coloca en el molde, y va dándole forma al zapato, y crea el diseño que con elegancia y suavidad va a calzar el posible cliente. Todos los zapateros aman los diseños, desde el más encumbrado diseñador de zapatos para la alta costura mundial, hasta el que desde el modesto barrio atiende los gustos de las mujeres humildes que también conocen de elegancia en el calzado. El espacio del zapatero es desordenado, un zapato acá, otro allá, las suelas en el piso y las cremas y betunes desparramados en el lugar, constituyen la sabiduría de este artesano.  La pintura de María Elcy nos presenta entonces este oficio teñido de ocre y música en un paisaje interior lleno de melodías y saberes.

La siguiente pintura, un óleo sobre lienzo, denominada “Homenaje al caficultor”, presenta desde la escuela costumbrista el trabajo de la mujer jornalera, y las plantas del café en cosecha, mientras añorando las antiguas fincas, se mueven “las bestias” por los caminos de las fincas. Al fondo, las nubes grises que maduran los días de los inviernos de Sevilla, cuando los relámpagos y truenos estremecen el firmamento del pueblo. Una obra en la que cinco pájaros se mueven por el paisaje significando los cinco hijos de la pintora y la libertad añorada en aquellos bellos días campesinos desaparecidos quedando los recuerdos atravesados por los colores rojos del fruto cafetero y la liviandad del campo que recuerda los días y los trabajos en las fincas familiares.


Al respecto de los pájaros, nuestro poeta Oscar Peláez Peña, dedica un hermoso escrito a estos, que desde sus versos se articulan perfectamente con la pintura de María Elcy. Dice Oscar: Hoy luce el sol limpio tras los días sombríos. / La mente discierne el paisaje en el aleteo de los pájaros. / Hay cantos escapados de los guayacanes, de las ramas, de las / zarzas y entre las briznas de hierba.  Y la pintora como presintiendo las palabras del poeta, articula en su cuadro las cerezas rojas maduras del café, los campesinos en la cosecha, el horizonte con las montañas duras y elevadas de la cordillera, teñida la atmosfera de nubes oscuras a punto de la lluvia reventar. Mientras los pájaros cantan con las melodías del azulejo, y los sonidos en la madera del pájaro carpintero, el vuelo veloz del colibrí, el cardenal y la alondra cantora, que le dan el sabor espiritual a su pintura. “Donde terminan las calles el campo empieza. / Afluye el cielo, el olor de los árboles y el fuerte / aroma de la tierra. / Este lenguaje de hojas y atardeceres se encierra en mi corazón, en esta efusión canto mi verso / que cruza la tarde señalando el encendido azul / y regreso a los días de la infancia hundido / entre inmensas montañas. / Me dieran los pájaros su lengua y su música / sonora pero sólo ofrecer quiero la lección de mis / alas:” (Oscar Peláez).

La siguiente obra denominada “El Pescador” es un cielo amarillo que enceguece la vista, en los días de la mar Pacífico, con sus olas embravecidas, una mar peligrosa que conocen y manejan los pescadores del litoral. Una pintura que recoge la vivienda tradicional elaborada en madera, carcomida por la humedad salina del mar y del clima del Pacífico, sostenida en pilotes denominados palafitos, que protege a los habitantes de la inundación de la marea alta. Una pintura que también trae dos oficios del mar, el joven pescador que sale en la noche para traer el pescado para la venta y la mujer que vende los frutos para los turistas, mujer sabia y conocedora de las leyendas y tradiciones de su pueblo negro. Tal vez ella con el oficio cultural de “partera”, que con sus manos extrae del vientre de las mujeres de su pueblo la vida en un niño o niña negro, la sabía mujer rezandera que con sus plantas medicinales cura dolores y maleficios. Una pintura que tiene toda la belleza y la tragedia del pueblo negro habitante del litoral Pacífico, con su miseria, pero también con su sabiduría y su alegría. 


El Pescador. Óleo sobre lienzo

María Elcy es una artista con una gran sensibilidad social y con la siguiente monumental obra, presenta el drama de “Los desplazados”. Obra que como se observa trae en un primer plano a las mujeres campesinas e indígenas y los niños, que fueron los más afectadas por el conflicto armado de Colombia. Las indígenas atravesando a prisa el puente, huyendo de las bandas armadas y al fondo la ciudad que las espera a ella y a su familia, terminando con su tranquilidad y su cultura. Los grupos armados enseñoreados en su territorio rural, despojando a las familias de su libertad y su sobrevivencia. Desde la perspectiva, se ven nubes oscuras sobre la ciudad que presagian el dolor y la tristeza que dejó en nuestro país este periodo, lucidamente expresado en sus figuras y bellos colores por la pintora María Elcy. Un cuadro social que llama la atención acerca de un problema aún no resuelto de este país colombiano.


 Los desplazados. Óleo sobre lienzo

Otras pinturas de María Elcy Ramírez Cuartas



La modista. Óleo sobre lienzo


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