El guardián del bosque andino, también protege a Sevilla

1 de agosto de 20190 COMENTARIOS AQUÍ


Apipa, con sus hermosos anteojos, con un collar metálico emitiendo señales cada 2 horas, recorría 8 kilómetros diarios por selvas y carreteras destapadas del páramo de Chingaza, en la cordillera oriental de los Andes colombianos. Apipa, que en “Colima”, lengua indígena extinta de Cundinamarca, significa “valiente guerrero”, nos enseñó y recordó en solo 45 días y 132 kms de recorrido, que el Oso de Anteojos no es un animal territorial, que necesita mucho espacio para su desplazamiento, que se alimenta preferentemente de frutas, bayas, bromelias, raíces, bulbos, que es un guardián solitario de nuestros bosques andinos y páramos.

También nos enseñó su vulnerabilidad, sus amenazas, porque a los 45 días se apagaron las señales del collar con GPS que le habían instalado en su cuello científicos de la “Fundación para la Investigación, Protección y Conservación del Oso Andino”, con el apoyo de Corpoguavio, para conocer sus desplazamientos, hábitos y comportamiento. A los 45 días se perdió todo rastro de su existencia, lo que llevó al grupo de científicos del proyecto a plantear la hipótesis más probable, que pudo ser asesinado y enterrado por campesinos de la región, que ven en su existencia una amenaza para el ganado y sus cultivos; fue enterrado para no dejar huella, práctica común en varias regiones de Colombia, porque la matanza de estos “valientes guerreros” está penalizada en la legislación colombiana.

El oso andino, su nombre está asociado con muchas verdades, mitos y leyendas. Se le llama el “Jardinero de los Andes” por su importante papel en la polinización y repoblamiento del bosque alto andino y los páramos; esparce las semillas de las frutas y plantas que come, con todo su cuerpo, su pelo, sus eses.

No obstante sus 130 kgs de peso en promedio, tiene la agilidad de un chimpancé, para trepar a los árboles y anidar en ellos, en busca de alimento y refugio, gracias a sus encorvadas y afiladas garras; por esto algunas tribus aborígenes peruanas lo llamaban “hombres salvajes peludos que viven en la selva”; otras comunidades indígenas de Suramérica, que en lengua quechua lo llaman “Ucumari”, lo consideran el “hermano mayor”, por eso lo respetan y lo cuidan; según sus creencias, ayuda a mantener la estabilidad entre el bien y el mal.

El Oso de Anteojos, junto con el puma y la danta de páramo, son los verdaderos guardines de nuestras selvas y paramos andinos, sus protectores, sin embargo, los estamos acabando. Con la deforestación de la selva andina, la “potrerización” de los páramos, destruimos su hábitat, su hogar, su alimento, por esto salen a las dehesas y potreros en busca de alimento, para sobrevivir; porque también es omnívoro, se puede alimentar de la carne del ganado y los campesinos los matan. Alegan los campesinos que los matan porque se comen el ganado, pero la verdad es que se comen el ganado porque hemos destruido su hábitat y los dejamos sin alimento.

El mamífero más grande de los Andes, única especie de oso de Suramérica, es una de las más amenazadas, catalogada vulnerable en el Libro Rojo de la “Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza” – IUCN por sus siglas en inglés; en Colombia solo quedan entre 6.000 y 8.000 ejemplares y en toda América Latina, alrededor de 18.000; en 25 años podría desaparecer como especie, por esto se estableció el 21 de febrero de cada año el “Día Internacional para la Protección de los Osos”, para llamar la atención mundial de su amenaza de extinción.

El Oso Andino también es guardián del páramo y el bosque alto andino de Sevilla.

El Oso Andino también se desplaza por este hermoso ecosistema sevillano, que pertenece al Páramo Chilis-Barragán, el cual es un corredor que une a los páramos de las Hermosas con el de Los Nevados. Es nuestro deber y obligación proteger el único oso que tenemos en América, que está en peligro de extinción y que algunas veces nuestros campesinos de la alta montaña tienen el privilegio de verlo internarse en el bosque.

Crónica escrita por Wilson Zapata, Marzo de 2019.

Comparta esta nota :
Todos los derechos reservados
Alirio Acevedo Sánchez
 
Con el apoyo de : Alirio Acevedo Sánchez | Amparo López Otálvaro | Juan David Acevedo Jímenez
Copyright © 2015. Sevilla Valle del Cauca - | Webmaster Alirio Acevedo Sánchez | Todos los Derechos Reservados.
Creado por Creating Website Publicado por Mas Template
Con la tecnología Blogger