Texto de Guillermo Salazar Jiménez
“Si crees que la enseñanza es cara, prueba con la
ignorancia”, anónimo que utilizó Juanita Lectora para señalar la orden del
presidente Trump de atacar a la Universidad estadounidense. Como autoritario
reconoce y teme que los estudiantes universitarios se levanten como siempre
contra los atropellos que violentan el saber y la dignidad humana, comentó
Juanita Lectora, Trump sabe que la reflexión y la crítica estudiantil es
peligrosa para sus intereses mezquinos, intenta con el ahogo presupuestal matar
la ciencia y cimentar su fanatismo político.
Así es Juanita, afirmó Rusbel Caminante, los
estudiantes son emblema de lucha contra la tiranía, discriminación y barbarie.
Lo hicieron los estudiantes de la famosa universidad de Harvard, reconocida en
el mundo por sus avances científicos, frente al apoyo de Estados Unidos en el
genocidio de Israel contra el pueblo palestino. La medida autoritaria de cortar
el apoyo de US$ 2.000 millones para investigación y suprimir las exenciones
tributarias por US$ 9.000 millones podría convertirse en llama que inicie una
revuelta de los estudiantes de Harvard, apreció Juanita Lectora, y posiblemente
extenderse a la sociedad norteamericana.
Las directivas ya se pronunciaron, agregó Rusbel
Caminante, según Yolanda Ruíz en El Espectador, el presidente de la Universidad
de Harvard Alan Garber aseveró que no renunciarán a la independencia
institucional ni a sus derechos constitucionales. También los asesores legales
universitarios suscribieron una carta donde certifican que “no aceptaban las
condiciones impuestas para acceder a los recursos”. Digna respuesta, asintió
Juanita Lectora, porque directivas, profesores y estudiantes de Harvard prefirieron
defender los principios universitarios y los valores de la formación de alto
nivel antes que el dinero. El saber y la ciencia no se venden ni negocian, la
sociedad necesita de la universidad para cumplir sus objetivos políticos.
“Juntos, nos esforzamos por crear un entorno que valore
la diversidad, promueva una cultura inclusiva y establezca un profundo sentido
de pertenencia para cada miembro de nuestra comunidad”, Rusbel Caminante
mencionó este como uno de los principios orientadores de la formación
universitaria de Harvard que desató la ira de Trump contra la solidaridad y la
defensa de los discriminados sociales. El hecho de apoyar al pueblo palestino,
sumó Juanita Lectora, repercutió en la decisión de cortar las subvenciones gubernamentales
por US$ 2.700 millones.
Dolorida, Juanita Lectora, tildó de descaro la
intervención de Kristi Noem, secretaria del Departamento de Seguridad Nacional,
“Con la ideología antiestadounidense y pro-Hamás contaminando su campus y sus
aulas, la posición de Harvard como institución de educación superior de primer
nivel es un lejano recuerdo. Estados Unidos exige más de las universidades que
dependen del dinero de los contribuyentes”. Vea Juanita, dijo Rusbel Caminante,
como aliciente para las universidades es cierto lo que también afirmó el doctor
Alan Garber, “Ningún gobierno debería dictar o qué puede enseñar una
universidad privada, ni a quién deben admitir o contratar, o qué áreas de
estudio o investigación se pueden perseguir”. Así es Rusbel, remató Juanita
Lectora, importante rechazar las medidas de Turmp porque para él pensar
distinto es peligroso.