Texto de Lisandro Duque Naranjo
El
presidente Petro aludió hace poco en Twitter (ahora X) a una investigación de
científicos de la Universidad de Cambridge, el Instituto de Investigación sobre
el Impacto Climático de Potsdam y la Universidad de Hawái, según la cual se
establecía un posible papel del cambio climático en las alteraciones en la
diversidad global de murciélagos y la aparición de coronavirus como el
SARS-CoV-2. Ya desde el comienzo de la pandemia se sugirió que entre las causas
posibles del COVID-19 estaba la expulsión de murciélagos de bosques que fueron
deforestados con el fin de ampliar instalaciones pecuarias, para crianza de
cerdos y vacas. El resto lo sabemos: desde China provino esa patología que
azotó a todo el planeta y cobró —hasta ahora, porque ese mal sigue vivo— la
vida de 15 millones de personas, según la OMS.
Cuando
nuestro presidente divulgó su tuit, suscitó las tentaciones del director de
Mañanas Blu, Néstor Morales, por demeritar sus reflexiones sobre el cambio
climático, intentando volverlas pintorescas. Por supuesto, a este se le
apareció la Virgen en el cuerpo de un científico colombiano, Camilo Mora,
perteneciente al grupo de investigación, a quien llamó para tratar de hacer
quedar como un zapato al presidente con un “propio” de ese grupo científico.
Pero el que quedó como un ídem fue él mismo, pues Mora corroboró los términos
del tuit de Petro e incluso dijo del mismo que antes se había quedado corto.
Obviamente Morales, la “académica” María Consuelo Araújo, otras dos periodistas
y “el padre” hicieron un loable esfuerzo por relativizar la premisa científica,
lo que hizo que Morales le preguntara al biólogo: “¿Pero ustedes no solo no
fueron a China sino que no revisaron murciélagos?”, lo que sería igual que
preguntarle a un agrónomo patólogo, de esos de laboratorio, si ha ido a
Manizales y conoce por lo menos un caturra o un arábiga, porque de resto no
podría hablar de la expansión de la roya. La tecnología de hoy en día no exige,
no en todo al menos, trabajar in situ para enriquecer el conocimiento. El saber
circula entre las comunidades científicas. Una vergüenza la entrevista de estos
negativistas, en la que solo fueron serios Aurelio Suárez, Luis Ernesto Gómez,
Álvaro Forero y Héctor Riveros. Se le abona a Aurelio una primicia interesante:
la Armada colombiana está levantando un campamento en Gorgona, asentamiento de
murciélagos y serpientes. ¡Ojo!, quizá por eso quitaron de allí a la población
de convictos.
Todos
a una, Morales, Araújo y “el padre” insistieron en que los científicos
planteaban apenas “una hipótesis”. Poca cosa, según ellos. El solo hecho de que
el presidente hubiera relacionado la deforestación, la crianza de cerdos y
vacas, y sus efectos para los murciélagos hace reaccionar a estos periodistas
como si Petro estuviera amenazando a Fedegán. Una reducción grosera del debate.
A todas estas, uno se pregunta: ¿quién es el Lafaurie de la población porcina,
especie de bastante consumo en este país? Ahí les dejo ese chicharrón.