Cuando
se menciona la palabra "quedarse" normalmente se
interpreta como el propósito de eternizarse en el poder. Es la lectura fácil,
ligera y simple que acostumbra la manipulación mediática. Pero en realidad, lo
que han hecho es anclarse en el poder por más de 200 años, desafiando el orden
democrático, impidiendo el movimiento pendular del poder, negando la
alternancia y justificando el hecho con elecciones claramente fraudulentas y
amañadas.
Lo
anterior, no es el sentido del título de esta columna de opinión.
El
cambio no es Gustavo Petro, aunque indudablemente lo encarna y lo inspira. No
sé trata de una persona en especial. El espíritu del cambio es un renacer, es
trascender de lo anacrónico que representa la tradicional política corrupta que
hoy impera, lo feudal que representa la inequidad rural y pasar al protagonismo
directo del pueblo en el diseño y definición de las políticas públicas. ¡Ese es
el cambio que llego para quedarse! Retroceder sería fatal, avanzar es una
obligación.
En
este momento histórico de la política nacional, se ha venido desmontados
paradigmas en lo político en lo económico y hasta en lo racial. Se vienen
demoliendo perjuicios arraigados que subyacen en el pensamiento atávico de las
añejas castas dominantes. ¿Cuándo se había designado un embajador ante Estados
unidos negro?; ¿cuándo ante la ONU una embajadora indígena? ¿Cuándo una vicepresidenta?
Lo anterior, es solo el tema, de la exclusión permanente que había existido que
convierte lo logrado con el cambio, en un hecho irreversible, que no tendría
vuelta de hoja. El cambio llegó para quedarse; es por eso tan importante
"cuidar el 2026".
Pero
no es fácil, existen grandes inconvenientes, enormes talanqueras aparentemente
insuperables, palos en la rueda que obstaculizan el libre tránsito del vehículo
del cambio. El formalismo constitucional podría argumentar que son controles q
en cualquier democracia existen. Los que sabemos "por donde le entra el
agua al coco", interpretamos lo que algunos sectores políticos desean y de
hecho le están trabajando de manera ferviente y sin descanso: la disrupción del
orden constitucional que en otras palabras sería "El Golpe Blando" o mínimo
que a este gobierno le vaya mal, para luego emerger como salvadores siendo
ellos, los causantes de las fallas estructurales que padecemos.
Dentro
de la agitada lucha por el poder y, por condición humana, el anterior proceder,
es un hecho normal, pero, lo que no lo es, es la mentira manida, la difamación
y el desprestigio calculado que realizan unos medios ideologizados y militantes
de la ultraderecha. En todo esto existe algo muy claro: el orden establecido en
Colombia se encuentra diseñado para que nada cambie. De allí se deriva lo que
conocemos como "el establecimiento". Es el orden
tramposo y Conservador establecido para maniatar a cualquiera que ose por
cambiar el régimen de corrupción. Se necesita una verdadera revolución, una
constituyente, una agresiva reforma a la justicia, sacar avante las reformas a
la salud, pensional y laboral, aunado a lo anterior lograr grandes avances en
la Paz Total.
Contra
todo esto, existe un hombre sin tacha, que lucha solo y sin descanso: Gustavo
Petro. El único presidente que se ha atrevido enfrentarlos. Todo lo tiene en
contra, los partidos tradicionales, el Paramilitarismo, las mafias, el inmenso
poder de los poderes fácticos: la banca, los medios hegemónicos, los gremios
económicos, el poder religioso. Hoy lo vivimos: un presidente que se enfrenta
contra una clase política que niega adecentarse, porque odian a los indígenas a
pesar de su mestizaje, estigmatizan a los sindicatos a pesar que sus etiquetas
han causado la muerte a decenas de sindicalistas, por los señalamientos que
pone en grave riesgo sus vidas, el Fascismo criollo, detesta a los negros y
sufren de Aporofobia.
Con
todo esto Gustavo Petro sigue firme, su pueblo lo apoya y el blindaje que le
brinda su prestigio internacional conquistado, es un chaleco antibalas que lo
cubre de manera holística.
¡El
cambio llegó para quedarse!
ADENDA:
hoy 22 de febrero, los 23 reyezuelos "presionados", no seleccionaron
Fiscal; ¿entonces cuando? ¡Ni han se sabe peladito!
Germán
Peña Córdoba
Arquitecto-UNIVALLE