“Más goterero que un bulto´e quesitos”, “más
cansón que una aplanadora de pedal”, “Se marea viendo voltiar una arepa”, “Más
sacudido que bobo con tos”…
Con estas y otras más de mil cien
exageraciones usadas en nuestra tierra sevillana y sus alrededores, realicé “El Baúl de los Dichos” una recopilación
que me demoró varios años no por lo difícil de hacer sino por el poco tiempo
que podía dedicarle en ese entonces a buscar y recopilar como monedas de oro
cada exageración.
Vivía ya en Bogotá cuando tuve la idea de
hacer el libro, en esta ciudad las exageraciones no son tan comunes como en
nuestra región, pero se escuchan porque Bogotá es Colombia y aquí hay gente de
todo el país. Por ejemplo una exageración boyacense que alguna vez escuché en
Bogotá es “más contento que una mirla en un cerezo” y una costeña “ más malo
que el clon de Judas”.
Cada vez que regresaba a Sevilla me iba para
las cafeterías de los cuadraderos de los Jeep Willys y con el pretexto de un
tinto escribía las exageraciones que escuchaba, le pregunté a los yiperos y
taxistas y ellos sí que saben dichos, algunos muy ingeniosos, otros hasta
ofensivos y demasiado vulgares. Recuerdo que el popular Checho Gaitán me trajo
escritas en una hoja, casi doscientas que él se sabía.
Y así reuní tantas que ya para mediados de
2008 tenía más de mil recopiladas. Pero el tiempo en la capital vuela y más
cuando se es mensajero motorizado en esta inmensa ciudad, se estudia, le gusta
leer, se quiere escribir un libro y empiezo una relación.
A finales de ese año, un accidente menos mal
no en motocicleta sino en la casa y en unas escaleras, me dio incapacidad de
dos meses por una fractura en el codo y una lesión en la cara que me hizo
aplazar todo, así que me fui para Sevilla. Allí con la ayuda de mi familia y
unos amigos amantes de las letras: Antonio Arias, Adrián González, Hernán
García, Andrés González, entre otros, pude por fin darle forma al libro que está cumpliendo
siete años de publicación y que ha hecho reír a tantos paisanos y hasta
extranjeros.
El Baúl de los Dichos fue pensado para tener
a la mano las exageraciones que nos hacen más amenas las conversaciones. Si
bien algunos dichos son vulgares, no podemos negar que hacen parte de nuestra
idiosincrasia y son más nuestros que los extranjerismos y otros gazapos con los
que a diario arruinamos nuestro idioma. Lo hice por conservar esa forma de
hablar de los nuestros tan picaresca, tan natural e ingeniosa que admiro y que
pienso debe perdurar y que mejor opción
para que perduren que guardando una muestra en un baúl.
Actualmente quiero terminar por fin
“Historias de Pueblo”, un libro con alrededor de doce cuentos que quiero
publicar pero ha sido aplazado por falta de presupuesto pero que espero salga a
la luz pronto.
El Baúl de los Dichos está agotado en su
primera edición de mil ejemplares y tengo como próximo proyecto sacar una
segunda edición.
Gracias a todos los seguidores de los dichos
y les recomiendo escriban los que se sepan cómo comentario a esta publicación.
Por| Álvaro W.
Pineda Tabares.