Juventud divino tesoro

16 de febrero de 20160 COMENTARIOS AQUÍ

Para Nidia Muñoz de Franco, una mujer librepensadora.

     Un joven lector de esta columna, me sugirió hace unos días que escribiera acerca del futuro, de  la juventud de ahora en Sevilla Valle y acerca de la esperanza. Y es que mi joven lector tiene razón pues juventud, esperanza y futuro, están ligados, pues siempre asociamos la juventud con el futuro.

     Muchas sociedades indígenas no tienen en su lenguaje una palabra que signifique  futuro, pues hasta antes de que les llegara la modernidad y la conversión religiosa, para estos grupos la vida se daba sin apremios y no tenían necesidad de preguntarse qué iban a hacer mañana, les bastaba con abastecerse por un período de tiempo sin necesidad de planificar un indeterminado e inaccesible futuro. Con la llegada de la revolución industrial,  ingresa el tiempo futuro en las sociedades y el mundo  se lanza en carrera frenética para lograr que en los posibles próximos años, la vida les mejore más. El futuro nace con la civilización moderna que trae la idea de que debemos vivir a crédito, descontando los minutos y las horas para que la vida tenga una esperanza. 

     El período de la vida que llamamos juventud, es una casa abierta sin puertas, ni ventanas. Es un espacio libre en el que pueden ingresar todas las ideas, los propósitos, los amores. Cuando jóvenes nos mueven las esperanzas de ser alguien, de ocupar un lugar en la sociedad, ya sea convirtiéndonos en profesionales, deportistas o artistas e inclusive en  bandidos, porqué no. Todos cuando jóvenes, así no lo aparentemos, deseamos algo para el futuro, para cuando seamos grandes. No podemos hablar de una juventud en general, no todos somos iguales en esta sociedad colombiana. Unos más ricos, otros menos, otros definitivamente sin recursos económicos. Y según me informó el profesor Oscar Gallego, en el colegio General Santander, la mayoría de sus estudiantes provienen de los barrios periféricos como El Brasil, Pro vivienda, La Inmaculada, un sector que se denominó hace unos años como No Futuro. Pero, tiene la administración municipal un diagnóstico de la juventud de estos y de otros barrios considerados vulnerables? Existe una área de la juventud en la administración municipal? Que es ser joven en el Eje Cafetero, en medio del desempleo, de la crisis, del bombardeo comercial, y de la carencia de propuestas sociales para cuando salga del colegio no tener que preguntarse ¿y ahora qué hago?. 

      Cuando de acciones o proyectos para la juventud se trata, siempre se piensa en el deporte como un medio eficaz para la ocupación del tiempo y que de pronto alguno, entre los cientos de practicantes, logre descollar y pueda terminar en el Barcelona o en el Real Madrid. O que por lo menos quede en  los anales de la historia deportiva sevillana.  Pero no hay más? Aparte de la tendencia por las obras y el cemento, que piensa la administración en términos cualitativos para que esta juventud pueda tener una esperanza? Seguirá por los años futuros sentada en la plaza de La Concordia? O atracando a los caminantes en la ruta hacia Tres Esquinas?  

     Durante mi estancia en Sevilla en el pasado festival Bandola, observé una juventud llena de alegría, vinculada al arte y con deseos de aportarle a su sociedad así fuera con los ritos y canciones de la alegría. Me quedé asombrado de la cantidad de calles completamente llenas de jóvenes, que pasaban ondeando banderas, diseños, sonrisas. Un mar de jóvenes que en su alegría tienen una sola esperanza de hacer algo, alguna cosa que les dé un posible futuro, con una mirada que se pierde en el paisaje cercano de los cafetales y de la línea que cierra los límites de nuestro pueblo y que cae al fondo del Valle. Pero cual esperanza les ofrecemos, quien habla con ellos y ellas?

   Me comenta Oscar, que los jóvenes de estos barrios, son diestros en el manejo del lápiz y del diseño, que gustan de la elaboración de las artesanías, es decir, tienen una inteligencia del detalle, del fino trazado que implica una artesanía artística. Las manos del artesano pueden mover los hilos de un telar de una manera límpida, suave, que otras manos no podemos. Las manos del diseñador gráfico logran aplicar la línea sutil y la silueta que forma la figura y el trazado de un objeto. ¿Y es que acaso no se puede desde las políticas públicas locales, a través de convenios con entidades privadas, apoyar las iniciativas empresariales de los jóvenes?, así bordeen la fantasía, pues se trata de eso, de la imaginación al poder. ¿Es mucho pedir que los establecimientos de educación en Sevilla, rompan con los esquemas académicos y se involucren en programas de la pedagogía por la vida, por el desarrollo de capacidades manuales y se involucren más en las ciencias del conocimiento?, desde una perspectiva cibernética y global, como son los negocios y el mundo actual, pues las mentes de los jóvenes ahora vienen codificadas cada una con su chip informático que debe ser aprovechado para el desarrollo de empresas del conocimiento. 

     Aunque considero que el Paisaje Cultural Cafetero en realidad no es más que una invención, una representación de un mundo inexistente, sí puede llegar a ser, con un esfuerzo administrativo, una fuente de ingresos para nuestro pueblo: los jóvenes pueden elaborar hermosas figuras de la basílica, o de nuestras viviendas tradicionales, o de la figura del pueblo y de sus montañas y paisajes. Algunos pueden ser adecuados guías turísticos que embelesen a los ciudadanos que llegan desde el interior y desde la costa Caribe o de países extranjeros.  Que Sevilla en realidad se convierta en una verdadera ciudad artística, una sede del conocimiento, donde se produzca y se venda arte todos los días, se exporte y se beneficien jóvenes y viejos que tengan estas capacidades, pues hasta ahora el epíteto de capital artística se debe a los diferentes festivales que se realizan, pero que como nube pasajera se la llevan los vientos. En la realidad lo del paisaje cafetero pareciera que solo sirve para los discursos y la política, en los que los hechos reales no existen, pues seguimos sin observar un interés real por aprovechar esta coyuntura. 

     Pido disculpas a los lectores de este artículo, por el  desconocimiento que tengo de este tema, mi interés es arrojar una lluvia de ideas aprovechando las comisiones participativas sobre el Plan de Desarrollo y generar algunos aportes en el tema de juventud. Pues como dice la canción “yo también tuve veinte años”.

Por| Edgar Álzate Díaz
Imagen| tomada de Redes Sociales
Comparta esta nota :
Todos los derechos reservados
Alirio Acevedo Sánchez
 
Con el apoyo de : Alirio Acevedo Sánchez | Amparo López Otálvaro | Juan David Acevedo Jímenez
Copyright © 2015. Sevilla Valle del Cauca - | Webmaster Alirio Acevedo Sánchez | Todos los Derechos Reservados.
Creado por Creating Website Publicado por Mas Template
Con la tecnología Blogger