Por Héctor Fabio Valencia AguirreA 30 días de iniciarse una administración, es inconsistente cualquier intención de comenzar a ver o pedir resultados. Lo que si pudiera tener alguna consistencia, tiene que ver con la preocupación de la mayoría de quienes somos afectos al nuevo Gobierno, frente a la inercia que se evidencia para el arranque del nuevo mandato.
Ojala que no se vaya a cumplir el viejo proverbio, de que “desde el desayuno se sabe cómo va a ser el almuerzo, por que el desayuno, hasta ahora ha estado muy regular.
No temo equivocarme, cuando durante el primer mes de gobierno, el mandatario no logro que el Honorable Concejo Municipal, le otorgara las facultades extraordinarias, la llave que enciende la locomotora. Un gobernante sin la herramienta administrativa, que le permita contratar, a cualquier nivel, está totalmente desarmado. Tratar de “arrancar” una labor de cualquier naturaleza, requiere de algo más que la voluntad divina y sobre todo, cuando se trata de una responsabilidad tan grande, como es la de sacar adelante a un pueblo, que por más de 30 años, a pesar de haber tenido muchas oportunidades de progreso, no ha podido encontrar al líder que la ayude a sobreaguar.
Yo, no estoy muy convencido de la consistencia de la coalición de gobierno, que presumiblemente llego fortalecida, con la vinculación de otros partidos distintos al del Ingeniero Rafael Andrés Quintero C., para las elecciones del 30 de Octubre. Y no lo estoy, por que la elección de la Personera y de la secretaria general del Honorable Concejo Municipal, por lo cerrada de la votación, dejo un sabor agridulce, que confirma la falta de solidez de la Coalición de gobierno.
Y menos he podido entender, por que se cambió el orden del día, en la segunda convocatoria extraordinaria del Concejo, con el fin darle prioridad a la modificación del código de Rentas del Municipio sobre el otorgamiento de las Facultades Extraordinarias al Alcalde. Hasta donde alcanzo a entender, la coalición no actuó con la coherencia y la unidad que se requiere, para evitar que la oposición salga adelante con este tipo de propuestas, que tienen al alcalde desprovisto de la herramienta fundamental para el arranque de la administración.
En el “ajedrez del Diablo”, como alguien llamo a la política, las fichas no están sujetas a regla alguna, y si el Rey no hace los movimientos y aplica las estrategias que el juego político requiere, entonces, “apague y vámonos”, porque la historia comenzara a repetirse, cuando el legislativo se separe del ejecutivo y lo obligue a Decretar.
La historia apenas comienza y ojala que las cosas comiencen a funcionar. El respaldo mayoritario del pueblo, es lo que le da la consistencia política al actual gobierno. De seguro, que las cosas van a coger el rumbo y vamos a comenzar a salir adelante.
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