(Una mirada desde la sociedad civil sevillana).
Texto de Wilson Zapata
La sociedad civil sevillana comienza a tomar conciencia de la importancia de su riqueza natural, su patrimonio ecológico que sustenta la riqueza productiva del municipio, de los valiosos servicios que ofrecen sus ecosistemas de bosque andino y páramo, especialmente el agua para la agricultura y el consumo humano; servicios que benefician no solo al municipio de Sevilla, sino también, a cinco municipios más de los departamentos del Valle y el Quindío, incluyendo cultivos de la zona plana del valle geográfico del rio Cauca.
Desde el CEPA, organización ambiental de la sociedad civil sevillana, consideramos que la Declaratoria “DRMI bosque seco alegrías y páramos de Tibí y Miraflores” en la cuenca media y alta del río Bugalagrande, es la estrategia más adecuada para la protección y conservación de la mayor parte de la Estructura Ecológica Principal -EEP del municipio, que la conforman los ecosistemas bosque medio y alto andino, páramo y el bosque seco andino de Alegrías, los cuales aún conservan su biodiversidad y prestan valiosos servicios ambientales.
Se subraya que protege parte de este patrimonio ecológico de los sevillanos, porque existen otras dos áreas contiguas en buen estado, no incluidas en la Declaratoria, localizada la primera en la cuenca alta del rio San Marcos, veredas Calamar, Maúlen y Cebollal, en la cual el municipio posee 621,4 has protegidas por el Sistema Municipal de Áreas Protegidas de Sevilla - SIMAP.
La segunda área está localizada en la cuenca alta del rio Barragán, corregimiento de Cebollal, en donde aún se conservan alrededor de 773 has de bosque primario y en recuperación. Esta área limita con cultivos de pinos y eucaliptos, que constituyen su mayor amenaza.
Consideramos la Declaratoria como la mejor estrategia de protección, porque la figura jurídica adoptada, DRMI, al tiempo que protege áreas sensibles en buen estado, permite adelantar solo actividades productivas sostenibles, amigables con el medio ambiente, lo cual, al menos teóricamente, limitaría la expansión de monocultivos, especialmente la ganadería extensiva, dominante en la zona y cultivos de coníferas y aguacate Hass, que son la principal amenaza a su existencia.
La Declaratoria debe servir para definir unos límites a las actividades productivas existentes, establecer unos mínimos ambientales como son la protección de bosques primarios y secundarios, los corredores biológicos, el control de la minería ilegal, el uso controlado de agroquímicos, entre otros.
Un aspecto importante a considerar en la Declaratoria, es que es condición necesaria pero no suficiente para la protección de la EEP; para que sea una realidad se debe dar la participación activa de la comunidad organizada, tanto en el diseño del Plan de Manejo, como en su ejecución.
La experiencia de otras áreas protegidas del Valle del Cauca y el país así lo señala, como lo expresaron los expositores en el evento de celebración del día internacional de las áreas protegidas de Latinoamérica y el Caribe –“Gobernanza en áreas protegidas-” en la ciudad de Tuluá el 17 de octubre pasado. Señalaron que solo en aquellas áreas en donde existe una comunidad organizada y activa, se protegen realmente los ecosistemas, con planes y proyectos exitosos, como el proyecto de reconversión ganadera adelantado por ASOPALM y la CVC con el apoyo de la USAID en el DRMI de los páramos de las Domínguez, Pan de Azúcar y Valle Bonito, contiguo a Sevilla, o el proyecto de conformación del “Área Clave de Biodiversidad Bosque de Niebla de San Antonio/km 18” que diseñó la primera política pública a nivel nacional para orientar los esfuerzos de los municipios de Cali, Yumbo, Darién y la Cumbre en la protección y conservación de este importante enclave de biodiversidad.
De igual forma, los expositores señalaron experiencias negativas en áreas protegidas como el caso del DRMI Sara -Brut: la impotencia de la comunidad ante el avance en su territorio del monocultivo de aguacate Hass, amenazando el suministro de agua para consumo humano de más de siete municipios del Norte del Valle y cultivos de la zona plana, a través del distrito de agua del mismo nombre. He ahí la importancia de la participación y vigilancia de la comunidad organizada para la protección y conservación del territorio.
Existe cierta aprehensión de algunos actores comunitarios con la Declaratoria, en parte por la forma como se adelantó el proceso, sin la suficiente participación de la comunidad, como lo han expresado, así como otros temores infundados por falta de información, como el peligro de expropiación.
Consideramos que esta Declaratoria, si se aprovecha bien, si se formulan buenos proyectos, puede traer importantes recursos de inversión, dada la prioridad que muchos organismos ambientales nacionales e internacionales le dan a planes y proyectos en áreas protegidas estratégicas como los andes colombianos, del que depende el agua del 70% de la población central del país, y el rol que juega en el mantenimiento de la biodiversidad y el control a la emisión de gases efecto invernadero.
Un aspecto adicional a subrayar en el análisis de la declaratoria, es que refuerza la protección legal que ya tiene la zona de páramo de Sevilla, a través de la Ley de Páramos y la Sentencia de la Corte Constitucional No 035 de 2016, que conmina a la reconversión de la actividad ganadera, en un plazo de 20 años.
Consideraciones sobre el diseño del Plan de Manejo del DRMI y su Comité de Manejo.
Consideramos que el diseño del Plan de Manejo debe partir
de la realidad social y económica de la región, en la cual coexisten tres tipos
de actores con intereses y expectativas diferentes. Estos actores son los
ganaderos, actividad dominante en la zona; los pequeños productores agrícolas y
las reservas naturales de la sociedad civil -RNSC-, pertenecientes a
particulares, a los municipios de Bugalagrande y Andalucía y a la Asociación de
Usuarios del rio Bugalagrande -Asoribu-, que suman alrededor de 975 has.
Con relación a la empresa Smurfit Kappa, productora de pinos y eucaliptos, si bien sus propiedades no quedaron dentro del perímetro de la Declaratoria, deberían participar en el Plan de Manejo, porque, no obstante que cuentan con un área importante de bosque natural protegido, sus cultivos constituyen una amenaza a la biodiversidad y servicios ambientales de la región.
El diseño y ejecución del Plan de Manejo debe también considerar la realidad sociopolítica de la región, en la cual hace presencia el grupo armado “Disidencias de la FARC”, que ha vetado la presencia de la CVC en la zona. Esta situación genera problemas por cuanto en la Ley y la Declaratoria misma, la entidad es la encargada de la administración del DRMI, por lo que cualquier intervención en la zona la debe hacer a través de terceros, algunos de los cuales no conocen lo suficiente el territorio. Esta situación paradójica, refuerza la necesidad del fortalecimiento de las organizaciones sociales de la región.
Con relación a la conformación del Comité de Manejo del DRMI, este debe ser como una mesa con cuatro patas, conformada por la comunidad organizada, la cual incluye a las RNSC; el gobierno municipal; la CVC y los municipios vecinos y empresarios con presencia en la región.
El gobierno municipal, como máxima autoridad político-administrativa y ambiental, debe ser un actor central en el diseño del Plan de Manejo y en la conformación de su Comité. De otro lado, las áreas protegidas, tanto las incluidas en el DRMI, como en el SIMAP, deben ser eje central en el PBOT que se está actualizando y en el plan de desarrollo de la nueva administración municipal, por cuanto garantizan el suministro del recurso más valioso, el agua. Para esto el municipio debe superar la debilidad institucional del área ambiental, elevarla a categoría de secretaria, con suficiente presupuesto y hacer más presencia institucional en la región.
En el Comité de Manejo, de igual forma, deben tener participación los grandes beneficiarios de los servicios ecosistémicos que ofrece la zona, en especial los dos municipios aledaños y las grandes empresas productoras de la región, incluyendo los cañicultores del valle geográfico del rio Cauca, que irrigan 13.000 has con el agua producida en la región del DRMI. Su participación los comprometería a proteger el territorio y cofinanciar proyectos estratégicos.
Recomendaciones de proyectos estratégicos.
Considerando la realidad socioeconómica, la biodiversidad
y belleza paisajística de la región, se recomiendan cuatro líneas de proyectos
estratégicos.
En primer lugar, proyectos de reconversión ganadera para hacer esta actividad sustentable y rentable, como lo han demostrado muchos proyectos adelantados en la región y el país, los cuales al tiempo que protegen ecosistemas estratégicos, aumentan la productividad y rentabilidad.
Un segundo renglón es el turismo de naturaleza y de avistamiento de aves, con gran potencial en la región dada su belleza paisajística y el auge que está teniendo este renglón en el municipio de Sevilla, el cual hace parte del “Paisaje Cultural Cafetero”, patrimonio natural de la humanidad y del programa estratégico de la gobernación del Valle “Pueblos Mágicos”
Un tercer renglón, son los proyectos de agrosilvicultura y agricultura orgánica de pequeños productores, lo cuales tienen gran beneficio social y fortalecimiento de la base comunitaria.
Por último, se señala, proyectos de estímulos tributarios y financieros a los propietarios de las fincas en la zona de la Declaratoria. Dentro de estos incentivos se subrayan el Pago por Servicios Ambientales -PSA- que ya se está adelantando y la disminución o exoneración del impuesto predial, en aquellos predios que se comprometan a proteger los recursos naturales.
Existe un proyecto especial que es urgente adelantar y requisito para la formulación del Plan de Manejo, la planificación predial y los proyectos productivos que se adelanten: el estudio de títulos y delimitación jurídica de la propiedad, especialmente de la zona de páramo, ya que las áreas consignadas en el Catastro y las escrituras públicas no coinciden. Es una tarea que debe adelantar el IGAC en conjunto con el municipio de Sevilla.
Como Centro de Estudios para lo Ambiental -CEPA- desde Sevilla, estamos prestos a contribuir en el desarrollo ambiental del municipio y la región.
Wilson Zapata. (Miembro del Centro de Estudios para lo
Ambiental CEPA)
Intervención en el Conversatorio “Áreas protegidas en el
municipio de Sevilla: su papel en el ordenamiento y en la generación de
servicios ecosistémicos”, realizado el Sevilla, Valle, noviembre 10 del 2023.