Las páginas del Diario de la Fundación de
Sevilla Valle, están llenas de épicas batallas de hombres buscando crear una
mejor sociedad. En ellas, se cuenta como llegaron luchando contra los
inclementes desafíos de la naturaleza aquellas familias que decidieron
establecerse en territorio Burila.
En 1.928, apenas a 14 años de ser erigido
municipio y a solo 25 años del nacimiento de la aviación en el mundo, nuestros paisanos buscaban la forma de
construir un aeropuerto y veían las planicies de La Astelia como el sitio
propicio para hacerlo.
En esta misma época Heraclio Uribe, aun con su
osamenta intacta, poniéndose a un lado de la gesta fundadora nos relata los
tormentos de los colonos que muchas veces con raciones de caldo de sidra y
coles, levantaron lo que hoy es Sevilla y les da los créditos a esos primeros
pobladores.
Pasaron algunas décadas más y esa raza tenaz
como figura en nuestro himno, siguió conquistando metas, ya éramos la capital
cafetera de Colombia para la década del cincuenta y cada que el sevillano tenía
en frente un desafío, se unía y lograba salir avante.
Prueba de ello fueron las fiestas del amarre y
la marcha del ladrillo que lograron construir: iglesia, galería y hospital. Y
no cualquier construcción porque nuestra hoy basílica es un deleite para la
vista.
Por nuestras calles han pasado ejemplos
maravillosos de gente tan importante no solo para el municipio sino para el
mundo como el Dr. Héctor Abad Gómez, quien fue pionero de la medicina
preventiva; pasaron además los versos de Hugo Toro Echeverri, quien luego de
ser elegido como diputado a la Asamblea del Valle, fue asesinado.
Sevilla fue hecha por una raza tenaz, somos
herederos de una estirpe gigante que no se amilanó ante el peligro.
Nuestros antepasados nos habían dejado un
pueblo con un desarrollo enorme.
Sabías amigo sevillano del nuevo milenio qué:
Sevilla tenía su propia planta telefónica con
20 mil abonados
Sevilla tenía su empresa de acueducto que
después fue cedido a Acuavalle y un año después se le entregó el
alcantarillado.
Sevilla generaba 250 KW/H al mes de energía
eléctrica y por malas decisiones, fue entregada a la CVC sin ningún recurso a
cambio.
Y Luego fue entregado a terceros el manejo de
las basuras.
Las empresas públicas de Sevilla que hoy llevan
varios años en liquidación, generaban empleo a gran cantidad de personas y los
recursos se quedaban en el municipio.
Además de preguntarme el sabor de un caldo de
sidras con coles, muchas veces me preguntó qué pensarían nuestros antepasados
al ver que su terruño por el que tanto lucharon incansablemente, en lugar de
escalar posiciones en el país, hoy está en la última categoría municipal., esa
misma patria por el cual dejaban una res amarrada en la Plaza de la Concordia,
con el fin de donarla para construir ciudad.
Hoy, los sevillanos olvidamos como unirnos para
hacerle honor a esa historia pujante y simplemente murmuramos nuestras
desgracias a media voz porque de esa raza tenaz
quedó solo una raza temerosa frente a los nuevos desafíos.
En una entrevista que me permitió nuestra reina
eterna Nidia Gil, quien fue testigo de esas gestas bravías de los años
cincuenta, ella lamentaba el adormecimiento del pueblo sevillano, en sus
palabras decía que estábamos anestesiados y yo le doy la razón a sus palabras.
Hoy 30 de octubre de 2019, se exhumaron los
restos de quien representa la fundación de nuestro municipio y quisiera pedir
encarecidamente a quien corresponda, que regresen prontamente los huesos del
fundador a un lugar de descanso porque siento vergüenza que tal vez desde sus
cuencas vacías alcance a ver que de su Sevilla floreciente que emergió de la
selva bravía quede un municipio empobrecido, de sexta categoría y con un
panorama no muy alentador.
Por | Álvaro William Pineda Tabares.