Creyeron llenos
de alegría
Reflexión
Dominical –Domingo 3 de Pascua
(Lucas 24,
35-48)
Con alegría
llegamos al tercer domingo del tiempo de Pascua; un tiempo que nos marca el
gozo por la presencia del Señor. Ojalá siempre sea Pascua en nuestras vidas por
la certeza de que el Señor camina con nosotros y nunca nos olvida ni deja
solos.
Hoy el
Evangelio nos describe el gozo de loa Apóstoles al tener la presencia del
Señor. Más aún, el Evangelio nos muestra una clave concreta para descubrir al
Señor: ¡tiene carne y huesos! Es un modo de enseñarnos a descubrir la presencia
del Señor en el prójimo, en el hermano; es una clara indicación para no
quedarnos en la práctica de la fe sin sentimientos o sin la consideración de la
presencia del buen Dios en el otro, especialmente el que sufre.
Además, debemos
fijarnos muy bien en todo el capítulo 24 de san Lucas y reconocer cómo el Señor
ha tenido un modo especial de presencia “al partir el pan”. Es evidente que nos
habla de la Eucaristía; sin ésta, la vida de la Iglesia sería incompleta y
carecería de alimento de vida eterna.
¡Qué alegría
poder tener la Eucaristía en la vida cristiana, como alimento de nuestra fe y
de nuestras relaciones fraternales! No dudemos en amarla, aceptarla y recibirla
con la mejor alegría y la disposición. Ojalá nunca nos falte la Eucaristía;
ojalá no “nos dé pereza” celebrar la Eucaristía cada domingo.
Tenemos el
deber serio de ayudar a los demás a conocer la Eucaristía, su sentido, su valor
y su importancia trascendental.
¡Haz brillar
sobre nosotros, Señor, la luz de tu Rostro!
P. Rodrigo
Gallego Trujillo
Rector del
Seminario Mayor “Los Doce Apóstoles” de Buga