El
10 de diciembre de 2017, se hará un homenaje al Jeep Willys. La ruta de la
caravana empezará en la ciudad de Calarcá y pasará por Barcelona y Caicedonia,
llegando a Sevilla. Se espera gran cantidad de estos vehículos y romper un
récord mundial de Willys reunidos en un encuentro. La
marca actual son 353 carros en caravana reunidos en Armenia, como un dato
adicional, Sevilla sin convocar un desfile puede pasar de los 300 vehículos en
sus calles y veredas.
Cuando
una región fortalece sus tradiciones y tiene sentido de pertenencia, se prepara
para enfrentarse a un mundo globalizado y está más cercana al progreso.
El Jeep Willys y la cultura gestada alrededor
de él, son nuestra identidad y debemos preservarla, por esta razón es deber de
todos en la región, apoyar su conservación. Además
ha sido tan exitoso que se encuentra incluido como Patrimonio Mundial, dentro de la declaratoria del Paisaje Cultural
Cafetero (PCC).
Junto a esta gran herramienta, se encuentra
el “Yipero” o conductor, un personaje que no solamente se limita a manejar el
carro; es la persona encargada de unir las comunidades urbanas y rurales, es
quien aún, hoy en día, lleva la comunicación en papeles y mensajes que les
confían los campesinos; es quien le informa al campesino como se encuentra el
pueblo y al pueblerino y citadino como está el campo. Es el que conoce
perfectamente el estado de las vías, el que recomienda al campesino donde
comprar, y quien sirve de guía al jornalero recién llegado, es la persona que
cuida del niño que va solo en el viaje, es el del apodo jocoso, el que lleva el
“porrón” de leche hasta el pueblo y el que lleva el bulto y lo deja en la
entrada de la finca, el que contagia la música de los nuevos artistas populares
a todos los que transporta, el que sabe los precios de cosecha y el que
desinteresadamente nos da un aventón. Un “Yipero”
salvaguarda nuestro patrimonio cultural.
Si hay un lugar donde existe gran cantidad de
vehículos de esta línea es Sevilla, además es tierra de antiguos mecánicos,
genios en la preservación de este patrimonio como el caso de “Tarzán”, “El Abejorro”, “La rana”,
“Tornillo” y otros tantos personajes en cargados de mantener en perfectas
condiciones la “mulita mecánica”.
Dicen que eran tan diestros y fuertes que algunos se metían bajo el vehículo y
descargaban la caja de cambios del carro sobre su pecho y la sacaban de esa
forma.
Por esta y muchas razones más se debe hacer
un homenaje, no al carro lleno de corotos, no a la pericia del chofer, porque
ya se ha hecho, sino al vehículo y a ese conductor que protegen nuestro
patrimonio. A ese equipo hombre –máquina que forjaron nuestra identidad, a esa
herramienta de transporte y comunicación que cambió el paisaje.
Son alrededor de setenta años, dándole la
mano al campesino colombiano, por esta razón es considerado como la herramienta
más importante en el desarrollo de la caficultura y el campo de los 51
municipios que conforman el Paisaje Cultural Cafetero PCC.
Por | Álvaro
William Pineda Tabares