Hace
dos años empecé a recibir Ciclo-Turistas de otros países en la casa de mi
abuelo, la cual está localizada en un pequeño municipio ubicado al Norte del
departamento del Valle del Cauca; estas personas, en su mayoría de Nueva
Zelanda, España, Polonia, Francia, Italia, Suiza, Reino Unido, no sabían que en
Colombia existía un lugar llamado Sevilla; gracias a una Organización Internacional
de Ciclo-Turistas a la cual pertenezco llamada WarmShowers, logré sin haberlo
imaginado atraer a mi pueblo natal a estos ciudadanos del mundo de las dos
ruedas.
Mi
objetivo inicial fue sacar provecho del intercambio cultural que brinda la
oportunidad de conocer personas de otros países, además aprender y practicar un
nuevo idioma, dónde el vínculo central siempre está representado por una
bicicleta, la cual es mi pasión.
Al
entrar en confianza con los extranjeros, nuestras largas charlas siempre se
enfocaban en hacerles entender que habían terminado una dura etapa de montaña
en La Capital Cafetera de Colombia a través de una de las tantas rutas del
Paisaje Cultural Cafetero, sin duda alguna llegar a Sevilla, sea por el lado del
Quindío o del Valle, es una de las más bonitas que un adicto a la bicicleta
puede vivir; después de saber eso a quién no le provoca un cafecito cada hora?,
y eso que en casa solo se consumían marcas comerciales ligadas a esa herencia
torrefacta que dejaron nuestros abuelos, el popular tinto negro y amargo (la
pasilla), porque como todos sabemos, la mayoría del bueno siempre lo exportan
para otros países.
Para
estos extranjeros beber café es un lujo (en sus países), ya que una taza ronda
entre $15,000 y $20,000 COP.
En
conclusión, para mí se convertía tedioso e incómodo hablar del mejor Café del
mundo, cuando sabía que solamente les podía ofrecer el de menor calidad; era
una pena, pero tal vez esto fue lo que me motivo un día después una larga ruta
en bicicleta por los Andes Cafeteros a conectar dos grandes pasiones, el
Ciclismo de Montaña con la bebida que identifica a mi país Colombia ante el
mundo, el verdadero Café de Origen; de esta manera fue que surgió el proyecto Pedaling
Coffee…
Nuestra
historia nace desde las altas montañas colombianas, dónde iniciamos haciendo
travesías en bicicleta, frecuentando rutas que nos conducían a nuestras fincas
en la región cafetera, razón que nos motivó a destacar y mostrar al mundo la
cultura donde crecimos y vivimos. En los caminos y trochas hicimos muy buenos
amigos, en medio del recorrido, disfrutábamos de nuestros paisajes y al final
de una larga jornada en bicicleta, nos esperaba una excelente taza de Café.
Así
mismo, Pedaling Coffee dio origen a la mezcla perfecta: El aprendizaje
sobre cultura cafetera, combinada con la práctica del ciclismo de aventura;
desde un punto de vista diferente, siempre observando y viviendo el mundo del
Café desde una bicicleta. Por eso, nuestra distinción: “UN CAFÉ CON SABOR A PREMIO DE
MONTAÑA”.
Los
colombianos y ciudadanos del mundo merecen el mejor Café. Vale la pena volver
al Origen!
Los
invito a que degusten y vivan con nosotros la Experiencia Pedaling Coffee.
Saludos,
Mauricio
A partir de hoy, está
disponible nuestro café especial ☕.
Un Café de Origen, con
Sabor a Premio de Montaña.
Redes Sociales de Pedaling
Coffee:
Para mayor información;
Contacto Pedaling
Coffee:
Mauricio Londoño
Teléfono: (+57) 311 788
9205
E-mail: pedalingcoffeeproject@gmail.com
Armenia - Quindío,
Colombia.
Envíos a todo el mundo!