En artículos pasados había tratado sobre el
tema (seguimos cristalinizando; vuelve y juega La Cristalina) y por lo visto
será un tema inagotable hasta ver hecha esta obra una realidad, con la cual
quedemos satisfechos los sevillanos.
Entre otros apuntes, escribí el inicio del
problema con el deslizamiento de la montaña a finales del 2013 que costó dos
mil millones de pesos, acarreando lodo para dar paso. Luego un contrato No.0505
de INVIAS en marzo de 2015 por cinco mil
cuatrocientos treinta y siete millones y posteriormente, como no incluyeron el
daño de la vía a La Milonga (alto Medellín) cuando vino la gobernadora le
pidieron una adición presupuestal por mil doscientos setenta millones, que
sumados a lo anterior ya van ocho mil setecientos siete millones enterrados.
En una socialización con la firma
contratista, quienes afirmaban que allí no había ninguna falla geológica (a los
pocos días colocaron un aviso falla geológica) que solo se trataba de un
problema de aguas y que había que hacerle un manejo, para lo cual harían una
obra de mitigación ¿definitiva? Que entregarían en el mes de octubre de 2016.
Después de haber escuchado a los ingenieros
contratistas e interventor sevillano, intervine diciéndoles que, según el
Instituto Geográfico Agustín Codazzi responsable de la cartografía sísmica en
Colombia, manifiesta que Sevilla con otros veintisiete municipios del Valle del
Cauca, sí está afectada por la Falla de Romeral. Además les dije que si no
hubiera falla como ellos dicen por qué no construían dos muros de contención en
concreto rígido; uno en la base de la montaña y otro hacia El Popal. Ahora el
término mitigación, se contrapone a definitivo; mitigar es equivalente a suavizar, calmar, hacer
algo mientras se encuentra una solución definitiva, como mitigar el hambre.
Con el mismo lodo y cascajo, construyeron un
gran gavión recubierto de una malla de fibra, que a la vista parece un Titanic,
alguien jocosamente decía “que al fin Sevilla iba a tener aeropuerto” porque al
verlo por encima semejaba una pista de aterrizaje.
Hasta ahora, el tiempo nos da la razón: se
hizo terraceo, pero no se hizo el
correcto manejo de aguas. Resulta que desde abajo se observa, para los de
memoria visual, que las tales terrazas se las llevó la escorrentía y las aguas
buscaron su salida por los extremos del gran gavión.
La razón, me decía un ingeniero calculista,
que por una parte el gavión les salía más económico y por la otra con un muro se corrían más riesgos al no resistir la
presión, con la falla se fracturaba, en cambio el gavión es tolerante y se
mueve con la masa. Lo cierto es que como se puede ver, aplicaron el asfalto
sobre la banca y todo el mundo alegre: ya tenemos vía…¡¡ mamola!! El martes 29
quienes pasamos temprano, pudimos ver cómo el agua vuelta un lodazal que
descendía de la montaña atravesaba la vía asfaltada y por lo visto el problema
de la calzada parece extenderse. Además hacia El Popal hicieron un “gavioncito”
de arrepentimiento de unos 8 mts cuando debiera ser a todo lo largo.
Bueno, lo contado es viéndolo desde la sima, así con S o sea desde abajo,
ahora mirémoslo de la otra cima, con C
desde arriba, por donde hicieron la vía a La Milonga. El jueves 1 de diciembre
subí en moto al Alto de Medellín y ¡qué hermoso! se ve Sevilla desde allí, pero
¡qué feo! se ve ese desfiladero.
Se está haciendo la nueva vía hacia La
Milonga, enfangada aún, pero pasan motos y camperos con buen talud hacia la
cima, donde se encuentran unos obreros como haciendo alpinismo, sembrándolo de
pasto estrella para que amarre y una maquinaria parada porque, qué más van
hacer con este invierno. Por encima de la vía parece que están haciendo unos
canales de drenaje recubiertos de plástico, que era lo primero que debieron
hacer. Desde lo alto. También se observan algunos socavones y el agua que por
los extremos desciende velozmente, haciendo daño en la montaña. Bueno entonces
¿De cuál manejo de aguas era que hablaban los ingenieros contratista?. Según
consultas con ingenieros. El trabajo debió haberse empezado de arriba hacia
abajo: primero orientando las aguas; corrigiendo la vía La Milonga; haciendo
terrazas con protección hasta la base de la montaña; construir un muro en
concreto rígido de contención; hacer cunetas; construir la banca de transporte
y un muro hacia El Popal.
ADENDA: Lo que si no sé hasta ahora es que hace la
veeduría.
LIC. DANILO USECHE G.