En una amena conversación con el Mono Marulanda un hombre
conocedor de nuestra cultura, Héctor Fabio Valencia periodista y Ramiro Parra
inventor y hombre conocedor de nuestra problemática municipal, hablábamos acerca
de la capacidad empresarial sostenible de nuestro paisaje y de Sevilla como
Región.
Sevilla debe ser vista, analizada y prospectada desde su
condición biogeográfica, de su diversidad y sus potencialidades.
Desafortunadamente Sevilla se convirtió como una selección de fútbol, con
muchas figuras, pero escaso trabajo colectivo. Esto unido al predominio del
modelo cafetero en la vida activa de Sevilla lleva al no análisis integral de
una potencial fortaleza de la región Sevillana. Consideramos que mirada desde
una perspectiva territorial y micro regional, Sevilla es diferentes paisajes y
poblaciones.
Nos referimos en anteriores artículos al Páramo que al
parecer la actual administración municipal está mirando con atención.
Territorio inhóspito, con bellas lagunas. De nuestros límites naturales el
páramo es el que mayor capacidad de oferta ambiental posee. Su biodiversidad
natural como paisajística, con hermosas cascadas cerca de Sevilla y con
diversas posibilidades para un turismo ecológico. Sin mencionar las
posibilidades de ingresos por conservación ambiental y captación de Carbono que
promoverían programas que mejorarán nuestras condiciones ambientales, turísticas,
científicas, con los valores agregados que lo anterior implica.
Hace bien el alcalde en estar presente en la conferencia
del Pacifico realizada meses anteriores. Sevilla es influenciada por la
Cordillera Occidental y Central, con la mirada sobre el pacífico de cuyos
arreboles no puedo olvidarme. Rayos y centellas caen en este mar y desde Sevilla
se observan en las noches los destellos de las energías encontradas. Nuestra
cercanía con Obando, Zarzal, Roldanillo, municipios de la cordillera Occidental
influenciados por esta mega diversidad son cercanos a Sevilla. En este tema hay un acuerdo entre Sevilla, Bugalagrande y Roldanillo para la
protección de la cuenca del río La Paila.
El café aún conserva relictos de explotaciones
tradicionales que enmarcan un paisaje diverso en flora y fauna. La destrucción
inmisericorde de la caficultura sostenible realizada por la Federación de
Cafeteros en aras de la industria cafetera no tiene parangón ambiental. La tala
de bosques y árboles tradicionales cafeteros afectó la fauna y la flora, así
como el fuerte impacto en el empleo y la generación de ingresos de la familia. Ahora,
algunas fincas incursionan, ojalá con éxito,
en la elaboración de cafés artesanales especiales que empresarios como Alejandro
Gómez, conocedores profundos de los entramados del sabor, de las
potencialidades del aroma y sabor del café desarrollan proyectos e ideas para
diversificar la industria cafetera. Modelos de recuperación de algunas
prácticas culturales del café se están realizando en Sevilla. La capacidad como
abono de la cereza o cáscara del café vuelve a ser utilizada como fertilizante.
Sevilla tiene una buena cantidad de experiencias
vinculadas con un turismo ecológico y biodiverso que no se promocionan y no se apoyan
lo suficiente y se mantienen desconocidas tanto en el interior del municipio
como en el exterior, pues ni la Cámara de Comercio, ni la Oficina de Turismo,
lo promocionan y lo difunden para que más turistas vengan a Sevilla. Tenemos en
Sevilla experiencias valiosas y novedosas como los paseos que cada quince días un grupo ambientalista promociona con salidas a la zona rural en las que grupos de personas caminan y observan los paisajes y recorren
los viejos caminos rurales sevillanos. Otra Organización se encarga de
educación ambiental y trae estudiantes Universitarios para que realicen sus
prácticas forestales en nuestro territorio. Con la alcaldía en el corregimiento San Antonio fueron creadas dos reservas forestales denominadas “El
Acuario” y “El Reflejo” las que tienen señalización
y senderos y en las que participan grupos de jóvenes y niños que cuidan
esta reserva y son semilleros para el reconocimiento de su propio
territorio. Una ONG da clases en abonos orgánicos que le evitan al agricultor
costos económicos en la compra de fertilizantes químicos y disminuyen el daño
ambiental. En Cimitarra tenemos más de 500 hectáreas en reserva forestal, una
buena cantidad de especies forestales que captan Carbono y nos devuelven
Oxigeno como lo espera el Convenio Ambiental de Tokio, contra la contaminación
por carbono. O sea que Sevilla puede impulsar estas actividades, promocionar
nuevas y construir una alternativa de desarrollo turístico que algunos ingresos
le dejarán a nuestro pueblo. (Le agradezco la anterior información a la
ingeniera María del Rocío Agudelo de la Secretaría de Planeación Municipal)
Son los tres anteriores paisajes los que deben enfocar el
desarrollo sostenible de Sevilla: Páramo, Pacífico y café. Además de la
sostenibilidad histórica arquitectónica. Es triste continuar observando la
extinción de las antiguas fachadas cafeteras. En la parte urbana se están
levantando construcciones, casas, urbanizaciones, realizadas sobre La destrucción de la
arquitectura tradicional, la del balcón elevado y las chambranas y pasamanos
construidos en chonta, guadua y madera de colores fuertes que daban en el techo
policromías y alegrías visuales en el espacio urbano.
En
cuanto a la conservación de nuestro patrimonio cultural, la administración debe
exigir a los constructores el cumplimiento de la LEY 1185 DE 2008 marzo 12) por la cual se modifica y adiciona la Ley 397 de 1997 –Ley
General de Cultura– y se dictan otras disposiciones sobre el patrimonio
cultural “Artículo 4°. Integración del patrimonio cultural
de la Nación. El patrimonio
cultural de la Nación está constituido por todos los bienes materiales, las
manifestaciones inmateriales, los productos y las representaciones de la
cultura que son expresión de la nacionalidad colombiana, tales como la lengua
castellana, las lenguas y dialectos de las comunidades indígenas, negras y
creoles, la tradición, el conocimiento ancestral, el paisaje cultural, las
costumbres y los hábitos, así como los bienes materiales de naturaleza mueble e
inmueble a los que se les atribuye, entre otros, especial interés histórico,
artístico, científico, estético o simbólico en ámbitos como el plástico,
arquitectónico, urbano, arqueológico, lingüístico, sonoro, musical,
audiovisual, fílmico, testimonial, documental, literario, bibliográfico, museológico
o antropológico.”
“En
los proyectos de construcción de redes de transporte de hidrocarburos, minería,
embalses, infraestructura vial, así como en los demás proyectos y obras que
requieran licencia ambiental, registros o autorizaciones equivalentes ante la
autoridad ambiental, como requisito previo a su otorgamiento deberá elaborarse
un programa de arqueología preventiva y deberá presentarse al Instituto
Colombiano de Antropología e Historia un Plan de Manejo Arqueológico sin cuya
aprobación no podrá adelantarse la obra.” (Ley 1185/08)
Por lo anterior debemos preguntarnos si estamos
preparando en nuestras Instituciones Educativas a los jóvenes desde la visión de un paisaje regional más diverso,
menos anclado en el paisaje cafetero. ¿Se imparten clases acerca de nuestro
patrimonio arquitectónico e histórico? ¿O siquiera estamos educando a nuestra
infancia en un conocimiento moderno, empresarial y sostenible, tradicional y
alternativo desde el conocimiento del café? ¿Se realizan foros, encuentros en
Sevilla sobre la producción de la sostenibilidad y desde la creación de un
paisaje diverso? Parece que la respuesta es no.
Es necesario que todos los Entes del municipio como las
Organizaciones No Gubernamentales, Las Asociaciones, La Fundación Casa de la
Cultura, la Cámara de Comercio, la Alcaldía, personas interesadas,
ambientalistas, intelectuales, artistas, las instituciones educativas, todos
los Sevillanos, pensemos y dejemos a un lado nuestras diferencias para que se
impulse algún día el desarrollo de Sevilla. En la actualidad del mundo
posmoderno, el desarrollo está vinculado con la conservación de los recursos
naturales y un desarrollo sostenible propio. Ya estamos dando los primeros
pasos, hay instituciones y personas buscando
alternativas. ¿Es muy difícil entonces que nos apoyemos entre todos y busquemos
un bien común? Ojalá, porque por el momento se observa una institucionalidad
Sevillana dividida, en la que cada uno denigra del otro y en donde es más fácil
juntar un grupo de micos para una foto que unir a las organizaciones y personas
de Sevilla. Porqué si tenemos unas grandes posibilidades, un mundo por ganar y
nada que perder.
El compromiso es de todos y en este país de guerras y
contradicciones, tal vez sea la naturaleza la que le pueda dar a Sevilla y sus
pobladores un poco de paz y de ingresos
económicos.
Por| Edgar Alzate Díaz
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