Para Raúl Jaramillo y Rafael Duque Naranjo, los
filósofos de la panadería Real Madrid.
El
profesor Danilo Useche, hoy caballista, comentaba en las redes virtuales, que
estábamos dedicados en nuestros escritos, a enaltecer los recuerdos, las
antiguas historias, los viejos paisajes, las memorias de otros tiempos ya
pasados. Que lo único que daban estos artículos, era para que un viejo grupo de amigos recuperen su memoria y se trasladen
hasta sus años juveniles, cuando en
Sevilla se podía pasear en medio de las fincas, atravesando los potreros,
comiendo frijoles a las cinco de la tarde en una larga mesa, escuchando a los
trabajadores contando historias de miedo o leyendas inverosímiles, mientras
jugábamos parqués y en el cielo la luna grande, blanca, nos mostraba sus cráteres
que para los Aztecas eran la figura de un
conejo sagrado. La luna iluminando los cafetales, los árboles de guamo,
la figura del perro que atraviesa el patio donde reposa el grano de la cosecha.
Tiene
razón nuestro profesor Danilo Useche. Nos olvidamos de la Sevilla actual, de la
que día a día lucha por conseguir el sustento, aquella en la que algunos amigos
finqueros esperan que el turismo les dé lo que el café les quitó. Que nuestros
paisajes y nuestro clima, que los amarillos de la mañana y los azules del
firmamento, y nuestros arreboles y centellas en el mar Pacifico, nos traigan
algunos turistas para que las arcas vuelvan a ser lo que eran hace unos años.
Esta Sevilla de hoy que trae el grano del cafeto húmedo a la compra de café, en
la que los compradores tienen que entrar en la bolsa de valores de Wall Street
para saber si pueden comprar el grano, o si es mejor venderlo por tintos a la
manera del café La Mina.
Pero,
entusiasmado por esta idea del profesor Useche y aprovechando esta época
electoral, decidí también realizar mis aportes para que los candidatos a
ejercer desde el escritorio de nuestra alcaldía, tengan nuevos elementos para
sus diferentes campañas, pues observo en las redes virtuales como ellos y ella,
lanzan innovadoras maneras para realizar
sus campañas. Unos invitan a las comunidades a reuniones festivas en las que
ofrecen carnes, empanadas y dulces, para que seguramente los asistentes
disfruten a manera de paseo dominical, de sus ideas novedosas e interesantes.
Otras, reúnen a los ancianos y los besan y bailan bambucos y les desean muchos
años más de vida en esta tierra si le dan su voto. Los niños y niñas siempre
son motivo para que nuestros sentimientos se explayen y no podían quedar fuera
de estas nuevas campañas pues los abrazamos y cargamos, jugamos futbol con
ellos y ellas, y les ofrecemos la mejor de las educaciones, con tal de que los
votos de sus padres y madres se queden con nosotros. En fin, de todo hay. También
en Sevilla gozamos de un fuerte sentimiento opositor y tenemos distintas maneras de expresarnos, y de temas
para oponernos, pues observo por
ejemplo, que algunos se oponen al Festival Bandola y consideran que lo bueno de este, es que los amigos y amigas nos
volvemos a encontrar para ver lo viejos que estamos y tomarnos unos tragos. Otros, deciden lanzar
sus propias propuestas y publican cartas
abiertas para los candidatos, con la esperanza de que alguno de ellos, en la
hora del descanso, decida echarle una mirada a sus propuestas. También hay quienes
se oponen al festival de Jazz, como
vi en estos días, con un comentario de un paisano que lo considera un festival
para la droga y el alcohol. Mi amigo
Héctor Fabio Valencia, es un opositor
propositivo y con frecuencia nos envía
sus ideas en el Facebook para que la administración municipal mejore.
Pues
bien, a continuación lanzo algunas ideas con el ánimo de que quien gane estas
elecciones a la Alcaldía Municipal, siga ejecutando los eventos que realizan en
esta campaña y estos no sean flor de un día. Además porque creo que no le
podemos dejar la responsabilidad de mejorar los ingresos y la diversión del municipio solo al festival y al grupo
Bandola, pues ya es hora de que les vamos ayudando a llevar esta pesada carga.
Propongo
entonces que el nuevo Alcalde no deje atrás sus reuniones de familias y comunidades
y realice cada mes, ojalá entre semana, para que los niños puedan “capar” clase
y así hacer más emocionante y atractivo el día, que realice un paseo
comunitario al charco del Volga o a alguno de los desaparecidos charcos del rio
San Marcos, en los que pueda continuar ofreciendo viandas y fiestas a las
sufridas familias y vean como el municipio se preocupa por su diversión, pues a
falta de parques infantiles, que mejor que un paseo. Como no podemos olvidarnos
de los campesinos y jornaleros que se ubican los sábados en el parque de La
Concordia, le propongo al nuevo Alcalde,
que haga cada mes, un asado a la llanera en el parque, para que coman los
jornaleros y así el presupuesto municipal se redistribuya entre los más
necesitados, con lo que su espíritu filantrópico queda libre de cualquier duda.
Para acabar con el aislamiento del pueblo, ya que no solo la carretera del Alambrado
nos alejó del resto el país, sino que ahora La Cristalina, a pesar de este
bello nombre, nos quiere dejar por fuera del resto de Colombia; considero que
la Alcaldía realice también cada mes, una caminata hasta La Uribe, con lo que
muchos ciudadanos que hace años no salen del límite municipal, puedan recordar
como es el nuevo país y de paso la
administración del municipio mejora su inversión en la salud de nuestros
conciudadanos.
A propósito de opositores, el nuevo Alcalde no
puede dejarlos afuera de la administración y en un acto simbólico de
reconciliación, le propongo que a este grupo, le dé un espacio los domingos a
las cinco de la tarde, cuando en cualquier pueblo y ciudad del mundo, el sopor
y el aburrimiento son generales, tanto que las investigaciones de las
universidades norteamericanas que todo lo investigan, demuestran que a esta
hora y día, los suicidios se incrementan. Para ellos y ellas que no están de
acuerdo con nada, que mejor que darles una tarima y un micrófono al frente del
palacio municipal y así cada fin de semana, puedan lanzar sus críticas y de
pronto alguna idea que el nuevo alcalde acoja con beneplácito.
Soy
consciente de que a muchos paisanos no les van a gustar estas propuestas, pero
como no veo ningún planteamiento programático por parte de los candidatos que
busquen mejorar el problema municipal de la crisis cafetera, o como apoyar
mejor a la Casa de la Cultura o a los festivales que se realizan y que mejoran
los ingresos de las familias, ni plantean los candidatos ningún apoyo para los
diferentes grupos culturales y Fundaciones que hay en el municipio, ni observo
ninguna idea de tipo ambiental o de creación de empleo; tímidamente me atrevo a
lanzar estas ideas para que en medio del desértico panorama electoral, estas mejoren y agiten más el debate electoral en nuestro
querido pueblo y así por lo menos, no todo en Sevilla sea vender boletas para
rifas o inventar chismes.
Por| Edgar Alzate Díaz
Imagen| Redes Sociales