Una canción para no pensar en el mañana.
El cantante sevillano
dice que con esta producción invita a disfrutar el día a día y asegura que con
la invención de internet la brecha entre géneros musicales se ha reducido.
Es una canción
latina con elementos de pop y guitarras eléctricas, y una letra tranquila, de
fiesta, con un poco de espanglish. Habla de dejarse llevar y no pensar en el
mañana, disfrutar el día a día, la fiesta y la rumba. La lanzamos en nueve
países, entre los que se encuentran España y EE.UU... La promoción en Colombia
comenzó con el concierto del Festival de Bandolas en Sevilla Valle, que reúne a
más de siete mil personas.
¿Por qué se fue a
vivir a Miami?
Mi historia es
como la de muchos jóvenes que siempre amaron la música, pero decidieron buscar
otros horizontes con más oportunidades. Al llegar a EE.UU. encontré lugares
donde aprender y desarrollarme como artista. Tenía 20 años, ya había tocado en
Rock al Parque, había tocado salsa, había probado de todo, pero quería mi
proyecto. Fue difícil al comienzo, pero llega un momento en el que las cosas se
normalizan y terminé de grabar mi primer disco, firmé con Sony Music en el
2006. Un segundo disco salió en 2010.
¿Cómo se abrió
paso en la música?
Entré a la música
por la producción, trabajando en estudios como ingeniero, he trabajado con
Enrique Iglesias y Ricky Martín. Empecé detrás y luego pasé al puesto de
adelante que es el de cantautor, el que siempre quise.
¿Por qué abandonó
la idea de ser periodista?
Estudié periodismo
por cinco semestres al tiempo que asistía a clases con el maestro Cicerón
Marmolejo, que fue maestro de Kike Santander y Estéfano. Lo mío es la música,
pero en ese entonces no había opciones en Cali. Las opciones eran entre ser
jazzista o músico clásico, y los que estábamos en el medio, que hacíamos pop o
rock, éramos bichos raros. Me gustan las palabras y las letras y me pareció que
el periodismo era perfecto para eso.
¿Y qué tanto ha
evolucionado la inclusión de géneros musicales?
Hoy hay muchas más
opciones para estudiar música y para los consumidores. Internet y las redes
sociales han marcado el rumbo del arte, hay posibilidades para todos. La
industria aún se está reinventando.
¿Qué artistas lo
han inspirado?
Letristas como
Silvio Rodríguez y Joaquín Sabina, del lado del rock Lenny Kravitz y buenos
cantautores como Jorge Drexler. Aunque mi corazón es rockero.
¿Qué es lo que más
extraña de Colombia estando en el exterior?
La familia. Antes
decía que también el ajiaco, pero ya lo consigo en la esquina de mi casa, sí
extraño el pandeyuca.
¿Qué momentos de
su vida real han estado retratados en sus letras?
Mi primer disco,
Todo vale, fue bañado de historias, como haberme ido de Colombia, haber luchado
y haberme enamorado y desenamorado. Canciones como Latinoamericano hablan de
estar fuera del país, Libre es un himno de libertad y otras como Sin querer
queriendo narran sobre poner los cuernos y ser descarado al respecto. El
porcentaje de vida real es de un 90%.
Hablando de la infidelidad,
¿considera que ésta es inevitable?
Es una elección,
de libre albedrío, uno escoge ser fiel porque decide creer en esa relación,
como se elige creer en Dios.
Su canción
favorita y la que lo transporta a Colombia.
To be with you, de Mr. Big y Cali pachanguero.
¿Qué tan bueno es
para bailar salsa?
Modestia aparte,
pero me muevo.
La aplicación
móvil que recomienda para los amantes de la música.
Shazam.
Sus canciones han
llegado hasta Rusia. ¿Qué tal es ese mercado?
Llevo tres viajes
a Rusia, es un mercado que uno no cree que exista. Estuve en el festival White
Nights, en San Petersburgo, representando a la música colombiana. Canté en
inglés y en español y compartí escenarios con artistas como Eros Ramazzotti. Es
un público diferente pero que aprecia mucho la música, a raíz de eso firmé con
una empresa que maneja esa zona y la versión del “Funky Mambo” la estaremos
lanzando en ese mercado.
Por: Un chat con... / Gustavo Torrijos - El
Espectador