“Una placa para empotrar”

24 de julio de 20140 COMENTARIOS AQUÍ

Por  gentileza de  algunas personas  que hacen parte de las directivas de la  Fundación Casa de la Cultura de Sevilla Valle, he sido invitado para que  asista al acto de  reconocimiento que se hará a Don Antonio  Maria Gómez Flórez.
A esas personas gracias mil.

Antonio Maria fue el padre de mi padre. Que se sepa,  fue Secretario de la Inspección de  San Luis  y como funcionario, nunca   tomo para sí cosa alguna que hiciera parte de patrimonio del  común.

Redactó aquel hombre un Diario sobre algunos momentos del que fuera Corregimiento de San Luis y alcanzó a conocer como la Asamblea Departamental reconoció ya a Sevilla como Distrito.  Documento que en su original reposa en una urna de “Cristal” en la  Fundación Casa de la Cultura. Por eso estimo es  parte del patrimonio cultural del municipio. De puño y letra con más de un siglo.

Antonio Maria, era nieto, junto con Adolfo León Gómez  de  Doña  Maria Josefa Acevedo de Gómez, ciudadana a su vez  hermana de  José Acevedo y Gómez, nació  José  en Charala - 1773, se  le conoce como el Tribuno del Pueblo y falleció en  Andaqui- Caquetá- huyendo de sus detractores en 1817. Ella era prima de Luis Vargas Tejada. José había sido el Primer Procurador de Colombia.

Maria Josefa, la abuela de Antonio y Adolfo es considerada la  primera escritora civil de la República de Colombia. Varias son sus obras literías en defensa de la mujer.

Adolfo León nació en Tasca (cercano del padre en Chibcha) el 19 de septiembre de 1.857,  falleciendo en Agua de Dios en 1.923, de la terrible enfermedad llamada lepra. Abandonado por el Estado y olvidado por casi todos los suyos. Fue igualmente periodista, historiador y dramaturgo.

Adolfo fue autor de muchas obras. Ofició como Magistrado de la Corte Suprema de Justicia, Senador de la República, Presidente de la Academia Colombiana  de Historia y de la Academia Colombiana de Jurisprudencia. 
Regalo  Adolfo al Museo Nacional el 16 de abril de 1.911, la  casaca del Tribuno del Pueblo.

Viene pues,  Antonio Maria de aquella familia. Falleció en  Sevilla, en abril de 1.914. Colaboró en la fundación de varias poblaciones: Manzanares, Amaine, Armenia y San Luis.

De José Acevedo se conservan algunos de sus escritos, también de  Maria Josefa, de Vargas Tejada, de Julio Flórez y de  Adolfo León. Un nieto de Antonio, fue Julio conocido por su poesía.

El 1 de octubre de 1911 en San Luis, dedica un poema a un amigo suyo llamado Valentín Macías, después de haber leído  el periódico El Liberal,  poema en el que se lamenta de las agresiones que sufría la patria por las guerras, que   también a él, dejaron como herencia solo el quedar baldo y ya con setenta años, guerras que en su diario califica como malditas, no obstante deseaba ir al frente para recuperar el territorio que el peruano pisaba. Recuerda uno entonces a su pariente José Acevedo y Gómez en su arenga del 20 de julio de 1.810. El poema se llama Improvisación y dice así:

¡Cómo te hieren patria mía!
En tus mejillas villanamente!
Y se sacian en tus angustias y agonías
Algunos de  tus hijos cobardemente.
Primero el yanqui te arrebató jirones.
Jirones ay! De lo más sagrado.
Y con burlas sarcásticas e irrisiones
Celebran lo que te han robado.
Hoy es el invasor peruano
Que con asquerosa planta nuestro suelo pisa
Y burlándose del Lábaro colombiano,
Lo escupe y lo entrega con satánica sonrisa.
Y sin embargo hay cobardes que callan
Tantas humillaciones infamantes. Patria amada
A estos así, no los tengáis en cuenta!.
Cuantas exclamaciones, salvad mis rentas,
 Estoy despedazado.-

Sí,  ese era  Antonio Maria, el que en su diario  consigno: “Aquí fui llamado a dirigir los trabajos de la fundación de la población y ya empiezo a notar cómo se me va a corresponder. Un rancho que proyectaron construirme, nada hicieron. Tuve que alojarme en una miserable barraca de vara en tierra que me franqueó Manuel D. Lozano. Un solo vecino, Virgilio Hoyos me ayudó a limpiar donde voy a construir casa. Pero nada extraño, porque  así se me paga siempre. Pero pueda que no sea así.”.

Hoy día en que se empotra la placa a su nombre he venido a esta Sevilla para recibir la  “casa” que mi abuelo esperaba.
Me hago una pregunta: ¿qué ha dicho el Concejo de  la obra- Diario- de Antonio Maria? Y más todavía quienes lo conocen en las escuelas y colegios de Sevilla? Y una más: ¿ Hizo algún mal Antonio Maria al escribir su diario?. Ese documento lo conoció físicamente la Academia de Historia del  Valle y lo reconoció como legítimo. Y más todavía, se iba a quemar!. No obstante al olvido, la Fundación Casa de la Cultura, en esta placa su nombre recordara. Y por eso voy   a ir. 

Honor  para quienes como estos personajes, fueron  como  los robledales, que no se inclinaban ante el vendaval o luchaban  como halcones. Y amaron su patria cual más.
Por: Aldemar Gómez Ocampo.
Comparta esta nota :
Todos los derechos reservados
Alirio Acevedo Sánchez
 
Con el apoyo de : Alirio Acevedo Sánchez | Amparo López Otálvaro | Juan David Acevedo Jímenez
Copyright © 2015. Sevilla Valle del Cauca - | Webmaster Alirio Acevedo Sánchez | Todos los Derechos Reservados.
Creado por Creating Website Publicado por Mas Template
Con la tecnología Blogger