En estos días
de Celebración Centenaria, leí en un usuario de Facebook este titular: “Últimas fotos en el Café Vesubio… El inexorable avance de la sociedad comercial nos
privará muy pronto de volver a degustar un suculento tinto, ver una partida de
billar, escamparnos de un aguacero u observar desde allí, palco de honor, el
desarrollo del Festival Bandola”.
Y efectivamente nos enteramos que este
patrimonio de Sevilla, fue vendido a una multinacional de tiendas denominada “Ara”,
propiedad del magnate portugués Jerónimo Martins, que empezó a operar en
Colombia desde marzo del 2013; y que según anunció la cadena de distribución portuguesa,
en sus planes de expansión para el
período 2014-2016, figura la apertura de 200 nuevas tiendas 'Ara' en Colombia. El objetivo de la firma pasa ahora por
incrementar su cifra de negocio entre un 12 y un 15 por ciento entre 2014 y
2016, debido en gran parte a la apertura de un mínimo de 1.000 nuevas tiendas
en Polonia, 30 supermercados en Portugal y otros 200 en Colombia, según informó
la agencia Efe en Lisboa.
A Sevilla llegará para despojarnos de uno de
los patrimonios arquitectónicos, culturales y sociales de nuestra comarca. Y
agregar que la mayoría de los productos son importados o fabricados con maquila
(empresa que importa materiales sin pagar
aranceles; su producto se comercializa en el país de origen de la materia prima),
dando al traste con las tiendas de barrio, los graneros y los distribuidores
locales, que han mantenido sus negocios y han prestado servicio a los
sevillanos contra viento y marea, capoteando la precaria economía de nuestro
municipio y la desidia de la administración, que permite que los foráneos se
apoderen del comercio en épocas de festividades, como efectivamente acaba de
suceder en la celebración del Centenario de Vida Administrativa.
Estamos pues ante la boca del lobo, el
capitalismo salvaje haciendo uso de las ventajas que le ofrece los tan mentados
TLC, llega a Sevilla para tomar posesión del mercado local. Y las autoridades
no se han enterado que la UNESCO en su declaratoria de Paisaje Cultural Cafetero y Patrimonio
Cultural de la Humanidad, obliga a los entes territoriales a conservar el
patrimonio en todas sus expresiones, so pena de perder la certificación por
incumplir los mandatos implícitos en ella.

Según el Delegado de la Subdirección de
Espacio Urbano y Territorial del Ministerio de Vivienda, Luis Felipe Márquez, “los
municipios deben trabajar a partir del Acuerdo para la Prosperidad en el cual
el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio elaboró unos lineamientos para que en la revisión y
ajuste de los planes de ordenamiento territorial de los 47 municipios que hacen
parte del Paisaje Cultural Cafetero, se incluyan algunas condiciones que son
importantes para que los valores que reconoció la UNESCO como parte del PCC se mantengan en la revisión
y ajuste de los POT en las diferentes localidades”. Así mismo, argumentó
que los municipios son los encargados de formular, de revisar y de implementar
sus planes de ordenamiento territorial, “lo que se está haciendo con
esta guía es dándole una línea a los municipios para que hagan mucho mejor sus
planes de ordenamiento territorial y aprovechen el reconocimiento que hizo la
UNESCO al Paisaje Cultural Cafetero como patrimonio cultural”, agregó Márquez.
A pesar, que hace varios años ya que fuimos
certificados por la UNESCO, el discretísimo
e invisible Concejo Municipal de Sevilla, no ha legislado a favor del
mantenimiento y protección del patrimonio cultural de nuestro municipio.
Requiescat in pace, querido Café Vesubio…!!!
Por, Alirio Acevedo Sánchez
Imágenes y video, tomados de redes sociales.