“Encuentro tanta diferencia entre yo y yo mismo como entre yo y los demás.” “Cien veces cada día nos burlamos de nuestros mismos defectos al considerarlos en los demás”. El hombre sabio no lo es en todas las cosas” “nada parece tan verdadero que no pueda parecer falso”. (Michel de Montaigne-1533-1592. “Ensayos.1580 y 1.588” Francia).
Éste, como bien lo conocen los filósofos no se preguntaba por el hombre, sino como Sexto empírico el QUE SE YO, con lo que se evita el dogmatismo y no la pretenciosa manía en algunos, de ser los rectores de la cátedra local o universal como la única verdad. Sus ensayos son una lección de tolerancia. Ensayar no es más que el prototipo del intento, del experimento. El hombre vive un continuo devenir, se deduce de este autor y es el hombre entonces como se sabe un ser natural, mutable y cambiante. ”Que sais.je”. Mas, ser escéptico no es negar por negar, es dudar de los absolutos. “No irá más lejos el más sabio de los hombres si el más ignorante de estos no le pudo entender” (Horacio Gómez Villa- Sevilla). Saber mucho nos lleva a dudar mas, diremos entonces.
Caminaba hoy por un de las calles de la capital de la salsa, de repente recordé que yo venía de una provincia que pronto cumplirá su primer centenario de municipalidad, me pregunte, que de nuevo habrá? Y saltó al instante esta frase del padre del escepticismo moderno: ”nadie está libre de decir estupideces, lo malo es decirlas con énfasis”. Yo las digo calladito.
Volví a la Sevilla, y conversando solo como lo hacen los que por alguna razón le llaman loco. Porque no progresa? Esa tierra es estéril? No, por el contrario, rica en su naturaleza, en su biodiversidad humana, botánica, zoológica incluida en esta lo micro orgánico, fue la respuesta de mi alter ego solitario, solo también como yo. Y volvió el escéptico de Montaigne, “la insatisfacción es el comienzo de toda filosofía y la ignorancia es su resultado”.
Luego para alegrarme de mi libreta de apuntes que cargo en el bolsillo de atrás, leí de aquel que no aseguraba detentar la verdad, ni perseguía certezas, pero si poner en entredicho las verdades de su tiempo y el mismo conocimiento como si fuera algo absoluto. Y, repasaba pues al paso que caminaba por la ruta que me había propuesto la del ludópata complacido de su ocio o vagabundo que confía en la bondad de los demás (Eutimia de Demócrito. Tranquillitas para los latinos). Repasé pues esta otra frase del escritor y filosofo francés:” No existe el presente: Lo que así llamamos no es otra cosa que el punto de unión del futuro con el pasado”.
Me detuve y como quien hace inventario concluí: No corras tanto, pues lo peor es que no encontrarás a nadie e incluso ni a ti mismo.
Así pues delibera conmigo mismo, el otro yo.¿ Lo que llaman conciencia?...
En ese Debe, Haber, Saldo, me resulto este cierre de inventario. Los de allá somos muy severos con nosotros mismos y queremos pensar como mayores, no pensamos como niños y nos da miedo soñar, imaginar y errar. Debemos arriesgarnos como los niños a ensayar, pues lo único y realmente desierto es la falta de imaginación, mirar las cosas de otra manera, así como decía Leonardo de DaVinci, que “uno tiene que aproximarse al problema con el cerebro prácticamente vacío, porque de lo contrario cree que nunca podrá”. Sin tantas influencias, haciendo como los niños uso puro del cerebro como cuando elevan por primera vez una cometa, o desbaratan el reloj, hoy digamos el celular y pulsan el computador y el rápido ratón. A las universidades y al mundo les hace falta pensar como los niños, solo a esos no les es imposible saltar sin que conozcan la palabra y significado de lo que es paradigma, lo rompen y crean otro mundo. Así de fácil habrá de serlo si deseáramos otra nueva realidad, crear como esos pequeños genios nuestra nueva realidad. No se trata de dejar “hacer y dejar pasar”, no de crear y mejorar el reloj que se desbarato y bajar del cielo la cometa que se nos elevo tanto que ha sido imposible volver a elevar.
Cierro así mi propio dialogo con M. Montaigne “Encuentro más soportable estar siempre solo que no poderlo estar nunca”, y para los que se creen en el trono de la sabiduría esta “Por muy alto que sea el trono, siempre esta usted sentado sobre el Trasero”.
A mí me agrada proponer cosas desde luego que de estas no soy en absoluto el dueño y a favor de ello dejo a otros el beneficio de la duda. Pues a quién benefician estas cosas?... Aquí va esta, para el año 2014, el Primer Centenario de Municipalidad. Somos creativos en esa ciudad?. Desarrollamos ideas nuevas y novedosas?. Quien o quienes lo permiten o no?. Y esta es la mía si me lo permiten. En la Biblioteca Pública iniciar las tertulias para el centenario sobre: economía, poética, arte en general, artesanías, arquitectura, turismo, administración pública, tecnología, ciencia y hasta lo serio como lo hermoso de lo folclórico y humorístico y una sana gastronomía. Incentivar grupos con el apoyo de ciudadanía, el Concejo, la Cámara de comercio y otros colaboradores.
En este discurrir una pregunta escéptica. ¿ Quien pierde, quien gana?.
Estaría usted amable lector dispuesto a aceptar que le califiquen de Príncipe del error con tal que la ciudad y sus gentes cambiemos?. Sera motivo de risa lo que nos enseña Sain-Exuspèry en su Principito, que apropósito va por 70 años de editada (1.943). Por esta y única vez lo invito a caminar solo por las calles de nuestra ciudad y reflexionar que hacer y que somos!. El ser humano vive en un permanente combate “Quien soy”. Ninguno de nosotros es un ser superior ni imprescindible, a veces si pegados de sí mismo, irascibles y vengativos. Por eso vale recordar a André Malraux: ”El verdadero combate empieza cuando uno debe luchar contra una parte de sí mismo”.
Súplica. Los errores pido se me perdonen.
Atte., Aldemar Gómez Ocampo. Archivo personal..
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