Por lo menos eso es lo que se puede evidenciar
de momento, tras la tala de los árboles que le servían de refugio en la Urbanización
Villa de Paz.
Cabe recordar que el proceso inició hace unos
meses, luego de que la comunidad interpusiera su queja ante la CVC y otras
autoridades, debido a los malos olores que se desprenden de sus heces, el ruido
y el riesgo para la salud de las personas.
La poda inició pero tuvo varios inconvenientes
para llevarse a cabo en el tiempo previsto. Sin embargo, en la mañana de este
martes regresaron los integrantes de la corporación ambiental, acompañados por
Bomberos Voluntarios y otras organizaciones, para culminar su trabajo. En medio
de críticas por parte de los amantes de los animales, para quienes es un
procedimiento que no se podía llevar a cabo, y el apoyo de aquellos que se
sienten afectados por la permanencia de las aves en ese lugar.
Terminada la labor, las garzas no sabían qué
camino tomar y optaron por quedarse en los techos de las viviendas vecinas, por
lo menos mientras su instinto de supervivencia las lleva a buscar un nuevo
vividero.
Queda abierta la polémica en torno a esta
decisión. Muchos dicen, con lógica razón, que los invasores no son los animales
sino el hombre que les ha ido quitando espacio para sobrevivir.
Imagen y redacción
Diego Fernando Melo Galindo
loquepasaensevillavalle.blogspot