Por: Edgar Alzate Díaz
Para Ernesto Pino, mi
estimado amigo
En el común de los sevillanos existe la idea
de que Sevilla Valle solo produce música y una que otra expresión artística.
Pero Sevilla despliega su creatividad hacia otras expresiones con una muy buena
calidad.
Es claro que la música, según destacados
investigadores, como expresión tiene el ritmo, la cadencia, la armonía, hasta
matemáticas y literatura. Es un arte que
contiene a otras artes y tal vez por esta razón en Sevilla lo ponderamos y se
escucha de manera constante.
En el
presente artículo vamos a destacar a la poesía como la expresión mínima del
sentimiento y como la expresión humana más intensa que pueda estar entre la
risa y el llanto. La poesía para mí, es la expresión exacta para sentir la
naturaleza y el alma humana en su totalidad, con las palabras afinadas a la
manera de la música en su discurrir sobre el sentimiento de quien escucha.
Porque la poesía es palabra y sentimiento. Por eso dicen que el bolero es
poesía.
En este artículo destaco cuatro poetas de
Sevilla: María del Socorro Vélez Calle, Magda Stella de De La Pava, Sandra
Ocampo, y Alfonso Echeverri.
Debido al escaso espacio y por la extensión
de los poemas transcritos, he separado cada verso por una barra oblicua, que me
permite ahorrar espacio, pero para que el lector no se confunda hago esta
claridad.
Iniciamos esta muestra con María del Socorro
Vélez que en su libro “Menú del día” nos presenta poemas con recetas culinarias
que corren entre el amor, la pasión, el desamor, la paz y la guerra. Poemas
anclados en el sentimiento bizarro, periférico, donde las palabras apuntalan
esculturas del placer humano y el sentir político del país. A continuación, voy
a mostrar segmentos de poemas de María del Socorro para que el lector tenga una
idea de esta poeta:
“JORNADA”
Dueño de truenos/que partes en aurora/a besar
con el azadón el suelo/dejando ilusiones remendadas/ en el secreto matutino/.
“A TANIA”
La madrugada\ descoció tu mirar\ para pegarlo sobre
montañas.
A otros…\ Nos desbarató la nostalgia
“MORAL DE MORA”
Bienaventurados los prestidigitadores/ que pueden
esconder pecados/ entre las mangas de sus sacos. /Desventurados
los panaderos/ porque son cogidos/ con las manos en la masa. / Bienaventurados
los de doble moral/ porque tienen dos.
/Desventurada yo / que peco por defecto.
Otra poeta importante de Sevilla es Magda Stella de De La
Pava, residenciada durante años en Venezuela, pero siempre en permanente
contacto con nuestra tierra. Su poesía fluye como un arroyo con palabras
cálidas que se desenvuelven entre el amor, la amistad y el parentesco, la
territorialidad, la vida y la muerte. La poesía de Magda Stella contiene la
esperanza y el amor. Como ella misma dice: “Hay palabras agudas como gritos,/ palabras
cortantes como espadas,/ que tienen soledad, como silencio,/ y colmadas de
pena, como lágrimas./ Palabras florecidas, como rosa,/ candorosas y tenues,
como infancia./ Musicales y dulces, como trino;/ llenas de indecisión, como
mañana.
Entre sus bellos poemas presento este denominado como
QUIERO:
“Quiero que haya un mañana luminoso, apacible,/ que las
rosas perfumen sobre la estéril duna,/ y que mirar podamos con los ojos
alegres/ las sombras que se escapan
cuando sale la luna./
Quiero que haya un mañana donde todo florece,/ donde las realidades y los sueños se cruzan,/ donde
no existe el odio ni el temor que envilece,/ donde no haya pesares, ni se
siembre la duda.
Así quiero el mañana. Con tu amor, con el mío,/ unidos
como fuerte cadena que no rompe/ ni la recia tormenta, ni la palabra blanda/ felices
tu y yo juntos, los dos tan confundidos/ que uno solo seremos y marcharemos
siempre/ llevando como escudo la común esperanza./”
Otro hermoso poema de Magda Stella es LUZ DE LUNA en el
que con sencillas palabras describe la naturaleza y su unión con el sentimiento
humano. La naturaleza que nos dio vida y que la expresan nuestros mitos y ritos
en las distintas ceremonias de los pueblos antiguos y presentes.
“LUZ DE LUNA”:
“Sobre las palmeras/ en la noche clara,/ con su luz, la
luna/ teje una guirnalda./
Y el viento que viene/ trayendo una carga/ de dulces
aromas, dócil, la acompaña./
El ave que pasa,/ lenta, retrasada;/ se asombra y detiene/
su vuelo a distancia./
El alma que espera,/ siempre solitaria,/ hilvana sus
sueños/ en la noche mágica…!/”
Y como todo poeta, plasma en sus líneas las imágenes de
nuestro pueblo, del que con nostalgia se refiere, demostrando su amor por
Sevilla Valle:
“A SEVILLA DEL
VALLE”
A orillas de mí misma te contemplo/ por el dulce recuerdo
embellecida;/ comarca de mi infancia,
bendecida/ con la voz, la mirada, el pensamiento./
Y tan distante hoy, el sentimiento/ hace que el alma mía,
estremecida,/ traiga otra vez recuerdos
de una vida/ que fue maravillosa como un cuento./
El tiempo pasa y nunca se detiene/ y el camino que sigo
siempre tiene/ una total ausencia de ternura./
Apenas la añoranza de los días/ en la tierra que vio mis
alegrías,/ llena mi corazón de honda dulzura.
También Sandra Ocampo otra poeta Sevillana nos trae un
entramado de palabras que nos remueven y nos colocan en alerta. De palabras
precisas, hirientes y filudas, palabras pesimistas y contrariadas, que son
parte de este mundo sordo, enredado, en el que según Sandra solo se salvan los
niños y niñas tal vez como un lamento de ternura que nos deja vivir:
He aquí su estilo:
“ESCRIBE POETA”
Escribe poeta tu verso de tristeza, de desencanto/
escribe poeta de este mundo podrido, repugnante/ escribe poeta de los hombres./
Diles que la esperanza huyó un día de sus vidas/ háblales
de sus quejas y sollozos/ de sus cuerpos encorvados y de sus frentes sudorosas/
cuéntales de la masacre de los ríos y de los bosques./
¿Y por qué no? Escribe poeta de los niños/ única excusa
para que el mundo exista./
Así nos desgarra Sandra Posada dejando al final una leve
brizna de esperanza frente al desencanto.
En el poema llamado “PALABRAS”, nos demuestra que trabaja
las palabras como el artesano con su buril, preciso, sin faltar, ni sobrar,
modelándolas en una técnica perfecta que la hace una de las mejores poetas que
se encuentran en Colombia:
“PALABRAS”
Que alguien\ Las descubra\ Las habite\ Que desnuden su
alma.
Otro buen poeta sevillano es Alfonso Echeverri, fallecido
en 1989. Su poesía se desenvuelve en el estilo del “Tuerto” López y Alberto
Parra Arcila, o sea entre la risa, lo mordaz y la triste realidad del mundo que
nos rodea del que solo vale una expresión sarcástica y no tomarlo mucho en
serio. De entre los poemas de Alfonso Echeverri presento los siguientes que no
alcanzan a ser una muestra muy amplia de su trabajo pero que espero que saquen
a la luz unas palabras escritas para la alegría y la verdad. Estos son:
“LIMITES”
Estoy amargo y como nunca amargo!/ estoy camino de armas caminado/ y toro de estocada saturado/ estoy sombra de bronce. ¡Y sin embargo!/
Estoy estrella en sideral letargo/ y ardo sin consumirme, esperanzado! / Estoy
dolor, un gran dolor cansado / de vivir y de amar. ¡Y sin embargo! /
Brújula ya sin norte, primavera / sin verano, la vida se
dijera / y fuego desdichado que no arde. /
Esta tarde me duele hasta el recuerdo / y…sin embargo
oreja que me pierdo- / he indultado mi vida en esta tarde. /
“DECIMAS”
Desde mis días aurorales/ amé el tango y la milonga / y
el bandoneón que rezonga / amores sentimentales. / Hoy ocasos otoñales / doran
mi triste alegría / y en el tango todavía / se refugian mi amargura, / mi
pasión y mi ternura, / mi odio y mi melancolía. /
Salud, ingenuo pasado, / lírico pueblo natal, / el de la
Calle Real / y Calle del Empedrado / de pétreo adoquinado / que también fue de
la Pista. / Porqué?... Pues salta a la vista / que fue Calle del Pecado / y
aterrizaje forzado / de santo y moralista.
Sagitaria niña amada:/ flecha de seda es tu risa, / saeta
en flor tu sonrisa, / dardo de amor tu mirada! / Tan dulce es la flecha alada/
de tu gracia, que he soñado / encontrarme traspasado / y creerme bajo el cielo
/ un San Sebastián abuelo / por su nieta asaetado.
Faltan poetas como Guillermo Sepúlveda Sepulveda, Oscar
Peláez Peña, Alberto Parra Arcila y otros que en próximo artículo me voy a
referir.
Dejo esta muestra poética sin dejar de proponerle a la
Fundación Casa de la Cultura como responsable y emblema de nuestra cultura, que
separe un rincón o mejor un salón en el que los niños y niñas puedan leer los
poemas de sus coterráneos, hagan poesía y sepan que en su territorio florecen
las palabras que mujeres y hombres escriben bajo las sombras de las nubes de
Sevilla y se sientan orgullosos por lo que otros semejantes suyos hacen por la
estética de nuestro pueblo.
NOTA: Le agradezco al médico y escritor sevillano Julián Osorio, el
préstamo de los libros de estos poetas sevillanos, textos que se pueden
considerar de colección.