La educación de los hijos

9 de marzo de 20160 COMENTARIOS AQUÍ

Es un tema donde se puede analizar o tener varios puntos de vista, y hasta dónde actuar  bajo la razón de la sin razón, porque cada cual expondrá y defenderá sus argumentos.

Preguntado Napoleón Bonaparte, cuándo empezaba la educación de los hijos, respondió: “veinte años atrás”. Con ello, significaba que primero se deben educar quienes van a ser los padres. Pero resulta que hoy día y con la prisa que llevamos, la juventud que apenas está cursando el bachillerato y sin una situación económica definida, puesto que todavía dependen de sus progenitores, ya son padres de familia. Así, que es a los abuelos, tíos, tías y hasta cuñadas quienes en la práctica reciben esa carga de levantar a sus nietos o sobrinos, que a lo mejor tampoco pueden responder con semejante responsabilidad en debida forma.

En épocas anteriores como consecuencia del poco desarrollo de la educación y a las creencias religiosas con sus postulados de “creced y multiplicaos”, la reproducción era sin ningún control y responsabilidad, “hacer los hijos que dios mande” donde las familias eran tan numerosas que hasta se decía que solo bastaba sacudir las cobijas y caían los hijos; sin ninguna formación de los padres, solo bajo el instinto genésico llegaban a este mundo y hasta se vanagloriaban de la numerosa prole.

A la par, con el crecimiento de la población,  el analfabetismo también se multiplicaba, porque no se estaba preparado y no se medía la capacidad económica “cada hijo venía a este mundo con su pan debajo del brazo”.

La educación era muy limitada, padres que no tuvieron ningún tipo de estudio; era hasta un honor ser bachiller. A las hijas, poco estudio se les daba, con el argumento ignorante de algunos padres de que solo estaban destinadas a procrear, y más bien las ponían a trabajar fuera de la casa para ayudar económicamente al sostenimiento del hogar. Los hijos de los mas pudientes los enviaban a doctorarse a la universidad, pero eso si, a pesar de todo, con mejores hábitos o costumbres que hoy día, se levantaban las familias.

 ¡Ah! épocas aquellas, en que los hijos obedecían a sus padres, se respetaba a los mayores y a los profesores. Las cosas han cambiado tanto para mal, que ya son los padres quienes tienen que obedecer a sus hijos, so pena de verse ridiculizados? y es así, que ya estamos viviendo la generación de los hijos emperadores, en que los niños apenas de cuna empiezan a manipular a sus padres, con lloriqueos y berrinches, porque no los complacen, dándoles esto o aquello.

 Antes, los padres y maestros se apoyaban mutuamente en la educación de los hijos, ahora, hasta algunos padres se amangualan con sus hijos para recriminar al profesor porque se le llamó la atención por un acto de indisciplina según el manual de convivencia. 

Como la educación es un proceso en la formación del ser humano, ahora parece que vamos en reversa, se deseduca; se traen hijos al mundo sin ninguna responsabilidad y digámoslo por qué no, sin situación económica definida, para que como antes se levanten como puedan y entren a formar parte de los problemas sociales del país, y que sea el estado quien cumpla completamente con dicha labor.

A una gran mayoría de los padres de hoy, se les olvidó, que a los hijos con una mano se les brinda afecto y con la otra disciplina. Todo se ha vuelto permisividad, dejar hacer y dejar pasar. Cuando digo disciplina, no es irse a los extremos, volverse reata y dar mal trato, pero sí aprender a decir no cuando hay que hacerlo, sin ninguna vacilación, cohibirlo de las cosas que más le gustan, sin entrar en controversia los padres delante de ellos.

¡Qué ironía! me atrevería a decir, que tienen mejor formación, no confundir con cultura, nuestros aborígenes que nacieron en la selva, que quienes alardean de nacer y vivir en un mundo civilizado.  Recordemos que una cosa es la libertad y otra el libertinaje. La primera, la define la Real Academia Española de la Lengua como “la facultad natural que tiene el ser humano de optar, a partir de una conciencia objetiva, aunque no sea universal, entre distintos comportamientos o posibilidades de pensamiento”. El Libertinaje, es un uso desenfrenado de la libertad, en detrimento o perjuicio de los demás y al margen de toda ley o norma.

Espero que se entienda el mensaje, verán si lo toman, mi deseo es solo colaborar como siempre con un mejor bienestar de la comunidad, y debemos todos empoderarnos, haciendo en la práctica manifestación de nuestro verdadero sentido de pertenencia, padres de familia, directivos y educadores, autoridades y ciudadanía en general.

Finalmente, no echemos al olvido aquella frase del gran filósofo griego Pitágoras “Educa niños para no tener que castigar hombres”.

Adenda: La Escuela de Padres, debiera ser extensiva para aquellos alumnos y alumnas que hoy día lo son.

FELICITACIONES PARA TODAS LAS MUJERES EN SU DIA. LA MUJER ES LO MEJOR DEL HOMBRE.
Lic. Danilo Useche G.
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