La calle siempre hizo parte de su vida y en
ella murió a manos de antisociales.
‘Osama’, un sevillano, habitante de la calle
radicado en Tuluá hace 8 años, fue hallado muerto a las 3:00 de la tarde del
miércoles en la parte de atrás de la Terminal de Transporte de la Villa de
Céspedes, su cuerpo yacía bajo el implacable sol y mientras las personas se
acercaban a curiosear, sus rostros reflejaban la intolerancia y desprecio por
los seres que cometieron este atroz crimen.
Por cada paso que daban se aterrorizaban más
y más, y no era para menos, pues su cabeza estaba destrozada por los múltiples
golpes que le propinaron con piedras.
De los responsables de este crimen que deja
en luto a una ciudad entera dado que John Jairo Molina Maya de 32 años, el
famoso ‘Osama’ del sector de la Galería y la Terminal de Transportes era muy
conocido y querido, se desconoce su paradero.
Su vida
A su corta edad fue funcionario de la
alcaldía del municipio de Sevilla de donde era oriundo, allí trabajó en el
departamento de Arte y Cultura, lo que le permitió participar en el Festival
Bandola, hace 8 años apasionado por el periodismos, decidió arribar a Tuluá
donde empezó a estudiar comunicación social en la Academia Comunicar.
Pero a pesar de su pasión por los medios de
comunicación, nunca dejó de hacer teatro pero en las calles de la Villa de
Céspedes, las mismas que en la actualidad están teñidas por la sangre de las
víctimas de los sicarios, se fue perdiendo y consumiendo por los vicios.
‘Osama’ fue reconocido en el sector de la
Galería porque constantemente se pintaba y en medio de risas y chanzas con los
comerciantes del sector, recordaba sus tiempos de gloria con el teatro. Ese
actor, gestor cultural, buen hombre e hijo, nunca le hizo daño a nadie y por el
contrario, alegraba el día con su particular locura y risas que lo llevaron
hacer parte de Tuluá, uno de los personajes típicos.
Video: Matakiller Soto
Imagen y redacción: Andrés Periodista Tuluá
In Memoriam
“A UNA CHISPA SANTANDERINA...
Cuando todo era sencillo y se respiraba
tranquilidad, por allá en la década del 90, había un chico con una actitud
feliz ante la vida, su nombre Jhon Jairo, cariñosamente su seudónimo era “Fosforito”,
y era alegre, jovial, amigable, simpático, antes de las malas amistades, de las
sustancias psicotrópicas y aletargantes, antes que el bazuco y el pegante le
arrebataran su dignidad, y en Tuluá encontrara su destino, si antes, “Fosforeje”
o “Fósforo” era la chispa de la hermandad en Sevilla la del Valle, la misma que
ignoró a este gran paisano y que ahora se lamenta de manera tardía , la misma
que llora la ausencia de esta gran chispa santanderina, quizá los psicópatas no
descansaran con la conciencia intranquila, por haber arrebatado de este sacro
mundo a este ángel soñador, quizá sean los mismos que intentaron asesinarme el
11 de mayo de 2014, quizá, este 2015 sea el año donde intentaron silenciar una
luz, pero tu chispa amigo fósforo perdurara... RIP”
Atte ADRY NIETZSCHE
Adrián González