Nuestro paisano y gran amigo Fernando Duque Naranjo, falleció al amanecer del pasado sábado 9 de agosto en la ciudad de Medellín, luego de permanecer hospitalizado durante 8 días (3 en una habitación hospitalaria y 5 en cuidados intensivos), soportando una fuerte infección que lo condujo a la muerte.
Fernando se destacó por ser un trabajador de la cultura, líder cívico, incursionó en la literatura y se desempeñó en el periodismo de la provincia con gran éxito, además de su gran sentido del humor, fue amigo y consejero.
Damos nuestra más sincera voz de condolencia a su señora esposa, a sus hijos, a sus hermanos María Teresa y Lisandro, así como a todos y cada uno de sus familiares y amigos.
Sus cenizas serán llevadas a Sevilla el próximo martes 19 de agosto.
La Fundación Acción Ciudadana, en cabeza de nuestro presidente Sr. José Joaquín Vega Cárdenas y el periódico EL CIUDADANO, se unen a estas expresiones de conmiseración, solidaridad y afecto.
Condolencias
Hola Fernando:
Estuve esperando la posibilidad de volvernos a encontrar... ya fuera en el Vesubio o en el Casa Blanca...
Estuve esperando volver a escuchar tu voz y... solo puedo decir que me quedé esperando.
Amigo gracias por los momentos inolvidables en tantas jornadas... allí con tu paciencia y tu singular ternura... a tu esposa e hijos mi fraternal abrazo, al igual a María Teresa, Lisandro y Rafael.
Sembraste. Dejaste huella.
Se que no te has ido... como digo: uno se va el día que lo olvidan...
Hasta pronto mi hermano, amigo de siempre,
FERNANDO RAMÍREZ
Bogotá
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Desde la Fundación Casa de la Cultura de su pueblo, un ramillete de palabras, pequeño homenaje a FERNANDO DUQUE NARANJO.
Antes que todo recordemos que dentro de sus varios oficios y labores tuvo el de ser nuestro director por muchos años. Y tenía que ser así, porque su familia es cuna de inquietudes de la inteligencia. Incluso su padre, don Lisandro Duque Ossa, afirmaba esta condición enseñando a los jóvenes de esa época la delicada filigrana de la joyería, arte muy afín a la familia que conformara con su querida Inesita Naranjo, ella, con fino sentido del humor. Nada que decir de sus hermanos María Teresa, Lisandro y Rafael de quienes habla su obra y el reconocimiento que hace la sociedad y la intelectualidad de ellos mismos.
Cuando Fernando anduvo de compañero en la Casa de la Cultura, se conformó el equipo de trabajo que por allá en 1986 se encargó de construir los espacios para la enseñanza de la danza, la música, la poesía, la pintura, el teatro y otras cadencias artísticas que ampliaron las expectativas, pues se hacía necesario no solo ejecutar acciones de “tarima” sino, además, seguir sembrando la semilla de las escuelas de arte, una inquietud de la Junta que por ese entonces coordinaba la Casa y que se fue haciendo posible, precisamente cuando Fernando se convirtió en Director Ejecutivo de la misma.
Fueron varios años de accionar juntos lo que permitió cimentar una gran amistad que fue más allá de la condición de colegas de la causa cultural. Fue Fernando, creador de lo que hoy llamamos con alegría y cariño la Familia de la Casa de la Cultura ya que los hijos de los miembros de la Junta formaron el laboratorio para explorar los métodos pedagógicos de las sencillas y modestas ideas que queríamos se convirtieran en la base para enseñar sobre todo la música, la pintura, el ballet y la danza y allí se enlazaron a esa red sus pequeños Isabel “Isa”, y Andrés, retoños del matrimonio con la laboriosa Elsa Varela, “esos locos bajitos” actores principales en la Banda Juvenil Municipal y en los inolvidables, para nosotros, Concierto de los Colores, la Llamita y el grupo musical AYTAMARA.
Y así entre los cantos y la alegría de los niños, entre coros y coreografías y entre instrumentos musicales creamos una amistad muy grande, una familia. El era por supuesto el patrón de la palabra y la anécdota. Sus escritos compuestos por una prosa detallista y florida también hicieron escuela, tanto, que esta pieza que hoy pensando en él nos hace incursionar en la memoria de su extraña caligrafía y sus ideas aprendidas en el Santander de donde era egresado y también nos remota a la época de una Sevilla cargada de intelectuales, poetas, músicos y “locos todos, todos locos” que afortunadamente existieron y nos dejaron esta herencia que hace aun brillar a este su amado pueblito.
Sus largos cigarrillos, su mirada clara, su tranquilidad para vivir la vida no las debemos olvidar. Es la mejor ofrenda a Fernando, a ese Duque de la ocurrencia, a ese que oyendo a Serrat le cantamos:
“Gitano o payo pudo ser,
o un aristocrata que ayer
perdió su cetro de oro y su corona,
camina sobre el bien y el mal
con la cadencia de su vals
mitad juicio y mitad mueca burlona…”
Disculpas Duque por las faltas de esos últimos días. Ya te diste cuenta, desde donde estés, en ese lugar misterioso de más allá donde se adquiere la magia de leer los pensamientos, que cada uno de los miembros de esta familia que tu ayudaste a sembrar, te piensa, te sigue respetando y te seguirá queriendo por los siglos de los siglos.
Los nuevos niños de tu pueblo, los de ahora, ya te tienen en su memoria colectiva y genética.
¡Descansa en paz, hermano!
Familia de la Casa de la Cultura.
Sevilla, Capital Cafetera de Colombia, agosto 19 de 2008.
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Hola Alirio!
Ante todo felicitaciones por el gran trabajo que están realizando con EL CIUDADANO. Lo conocí hace poco y es un gran medio para mantenerse informado acerca de lo que esta pasando en nuestro terruño.
Con gran tristeza leí hoy acerca de la muerte de Fernando Duque Naranjo, y por medio de este mensaje quiero enviar un gran saludo a su familia y amigos. Lo aprecie muchísimo y fue mi mentor para los pequeños pasos que di en la poesía mientras viví en Sevilla. Mi familia, y en especial mi madre, Nancy Rendón, lo recuerdan con muchísimo cariño.
Paz en su tumba y gracias a el por todo lo que represento a nivel personal, familiar y como incansable trabajador cultural de Sevilla.
GRACIAS FERNANDO!!!!
Ligia Mercedes Rodríguez
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Para Lisandro y María Teresa:
Con mucha impresión leí hoy la noticia de la muerte de Fernando Duque en el periódico virtual de Sevilla, “El Ciudadano”, con Fernando compartí muchas tertulias en Sevilla en los últimos 18 años, admirando siempre sus aportes, su tranquilidad y buen sentido del humor. Les extiendo mi sentido pésame y los acompaño en el dolor que debe causar ver partir a un hermano. Un abrazo cariñoso.
Alberto Ramos Garbiras.
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La Fundación Acción Ciudadana, en cabeza de nuestro presidente Sr. José Joaquín Vega Cárdenas y el periódico EL CIUDADANO, se unen a estas expresiones de conmiseración, solidaridad y afecto.
Damos nuestra más sincera voz de condolencia a su señora esposa, a sus hijos, a sus hermanos María Teresa y Lisandro, así como a todos y cada uno de sus familiares y amigos.
Sus cenizas serán llevadas a Sevilla el próximo martes 19 de agosto.