Les contaré un
poco de mi amada tierra.
Sevilla es un
municipio del departamento del Valle del
Cauca, tiene el mejor clima que puede existir, ni muy caliente, ni muy frío. Es
una región hermosa, llena de paisajes divinos, verde hacía donde quiera que
mires. Es un espectáculo vivir en este maravilloso pueblo.
Hay una historia que me gusta mucho y todo porque
se trata de una piedra, en una de las calles mas concurridas del pueblo, pero
la gente no sabe qué significa y algunos ni saben que existe.
Así que empecé a preguntar y todas las personas
decían algo diferente sobre esta piedra, ubicada en la mitad de un andén de la
plazoleta de Davivienda, al frente del parque de La Concordia (el centro de
Sevilla).
Algunos dicen que fue la primera piedra que dio
inicio a lo que es ahora Sevilla. Otros dicen que fue la piedra utilizada para
su fundación, ya que no tenían papel, pues tiene grabada la fecha “3 de mayo de
1903”, fundación de Sevilla.
Sin embargo, fuentes más precisas (abuelos del
pueblo, que todos los días se sientan en el parque de La Concordia), me dieron un mejor significado de esta misteriosa
piedra. Su nombre es “la piedra de la discordia”.
Cuenta la historia que en 1904, el primer Alcalde,
el señor Pompilio Ceballos, que a su vez fue el primer comerciante y el primer
inspector, talló una piedra con la siguiente inscripción: “Fund – 4 de julio 1903”.
Desde ese día la piedra se convirtió en fuente de
discordia, y en documento histórico con información distorsionada, pues él
talló esta fecha porque fue la fecha en que se creó legalmente el primer
Gobierno, pero la fecha real de fundación es otra.
Así que sus habitantes inconformes y molestos,
exigían el retiro de esta piedra, su corrección y obviamente mirar documentos
anteriores para saber la fecha exacta de su fundación.
Fue así como se creó la junta de poblamiento, pero
la fecha no se cambió.
En 1920, cuando se construía el edificio que
precede al actual, los constructores aprovecharon y la botaron en un pastal,
pero el padre Zawadsky, junto con otros habitantes molestos por el acto, la
recuperaron y la colocaron en su sitio actual, para que nunca la olvidaran.
Con el tiempo y el continuo pasar de los sevillanos,
le borraron sus inscripciones, hasta que un publicista muy famoso que le decían
“Águila”, la restauró y le colocó la actual leyenda “3 de mayo de 1903”.
Esta piedra que puede ser algo insignificante para
muchos, es una reliquia, y aunque pocos conozcan su verdadero significado, la
verdad es que todos pasamos por ahí y la pisamos, sin saber que tiene más de 100 años y una historia de
unión y de discordia.
Por acá
los espero a todos, en el balcón del Valle…
Por| Diana Garcés
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